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Por Elías Prieto Rojas
Analizando los diversos partidos del fútbol colombiano vemos en demasiadas ocasiones el mismo libreto: un toque – toque insulso, previsible, escasamente productivo, poco profundo y en términos generales, aburrido. Cansa, por no decir que deprime, apreciar un espectáculo de tal naturaleza.
A LA CREATIVIDAD POCO SE LE INVITA
Y para darle un mayor condimento a nuestros juicios, sus actores, los jugadores de cualquier elenco profesional se atienen a generar mínimos esfuerzos creativos, porque a diario se muestran estáticos y conformes con las tareas que les son impuestas por los directores técnicos.
Y no es para indagar, en esta crítica al fútbol actual, sobre estrategias, o la táctica empleada por cada uno de los «pensadores», y sus actores, sino más bien, describir algunas jugadas que podrían llamarse lugares comunes y cuya finalidad es hacer más eficaz y contundente la labor de cualquier conjunto en un campo de fútbol.
EL GANA – GANA
Ganar, o ganar, es la premisa. He aquí lo que consideramos que se debe, y también lo que no se debe hacer. Varios ejemplos. Jugadores que como una exhalación ingresan al área rival y con el perfil contario para ejecutar el disparo mortal. Claro que ante la prisa de las jugadas existen movimientos impensados, pero habrá que enseñarles, y con obsesión, automatismos: que se perfilen como lo hacen los marcadores de punta quienes, al disponer su cuerpo hacia la banda, pues les quitan, con esa acción, posibilidades de peligro, al contrario.
Bueno, lo realizado por los arqueros, que se adelantan dos, tres y hasta cuatro pasos, y más, desde su arco -achicar- para evitar el disparo neto y letal del atacante, lo que obstaculiza una posibilidad de gol.
COLGARSE DE LOS PALOS
Malo siempre será colgarse de los palos. Encerrar al equipo atrás para despejar, o rechazar la esférica con la cabeza, el pié, la pantorrilla, pecho, o con lo que se tenga a la mano, codo, brazo, etcétera para evitar un gol… Dicen por ahí que «tanto da el cántaro al agua hasta que por fin se rompe», en simples palabras, hoy o mañana, o siempre, quien utilice está táctica, por lo regular, pierde. Y podríamos referirnos a otras jugadas que propician el caos, bien para anotar un gol, o impedirlo. Dos cabezazos en el área, la gran mayoría de veces, termina en gol.
FUSILAR DESDE EL PUNTO BLANCO
Ejecutar una pena máxima. O el disparo desde el punto blanco: tiene más opciones de gol si quien ejecuta, empalma con violencia la pelota. A doscientos kilómetros por hora es harto difícil encontrar a un cancerbero con reflejos tipo flash, aquel superhéroe de las tiras cómicas; porque duro y arriba es gol seguro, descontando eso sí, la puntería del atacante.
Dos delanteros contra un defensa es gol cantado. Y podríamos seguir escribiendo sobre las grandes verdades en el fútbol, si con ello nos seguimos refiriendo a la efectividad. Gol y gol y gol son las palabras, el paroxismo, los resultados efectivos, los nuevos y millonarios contratos para quienes las estadísticas erigen como winner, campeones, goleadores …
CUATRO VERDADES
Ahora bien: cuatro, para este cronista, son las verdades, (claro que hay muchas más), pero, y para no alargar el discurso, sólo vamos a hablar de cuatro verdades, y que son vitales; aunque no sabemos por qué no son de buen recibo por los equipos del planeta entero.
Eso sí, me deben perdonar, pues siempre habrá una excepción a la regla.
PRIMERA VERDAD
Afirmación: un arquero debe salir a cortar los tiros de esquina, o cualquier centro. Rechazar con los puños es un mecanismo defensivo que ayuda incluso a generar contragolpes mortales. Pero, ya casi ningún arquero se atreve a ser diferente. Todos los cancerberos se encierran debajo de los tres palos en un tiro de esquina, o en un centro, esperando a que sus defensas les promocionen el salario completo. Cómo hacen de falta los Higuita en un campo de fútbol.
SEGUNDA VERDAD
Afirmación: un atacante debe arrastrar la marca, generar el espacio para que otro de sus compañeros ingresé destapado al área. Que haga la diagonal, o se corte, se decía antes; qué piense una centella de segundo antes y salga en pura para que el asistente le meta la pelota por el hueco, o callejón, así el intruso tendrá mejores opciones de acomodarla en el marco contrario.
Son escasos los atacantes que se atreven a saltarse el libreto porque temen el regaño. Siempre se dice que «es necesario abrir la cancha para evitar la montonera». Pero, debemos decirles a los directores técnicos que tener una oportunidad de gol, es eso «una» y si no se aprovecha, pues difícil encontrar otra.
TERCERA VERDAD
Afirmación: veo de continuo al Manchester City, y quedo, como siempre, embrujado con su fútbol, sobre todo con el ofensivo. Cinco, seis y hasta siete atacantes merodeando en el área, respirándole en la nuca al arquero rival. En manada; una jauría sedienta de anotar. Así cualquier equipo hace goles. Claro está que hay filósofos del fútbol, que no son ningunos Valdanos, que nos aseguran que no por meter cinco atacantes en el área contraria se hacen más goles. Pero la conclusión en este caso es una, y eficaz por naturaleza. Seis cabezas piensan mejor que una. Y si todos están pensando en un mismo objetivo, es claro que la meten porque la meten. Nos referimos, meterla en el arco contrario.
CUARTA VERDAD
Y ésta la considero demasiado importante: (Un hombre de inteligencia superior que en medio de la batalla se infiltre en las líneas enemigas y genere el caos); un 10, u hombre habilidoso, o de talento, o genio o de gambeta explosiva, como usted lo quiera precisar: que enfrente, que vaya hacia delante, sin miedo, impetuoso, seguro de sí mismo… ingresando al área debe burlar atacantes (recuerdo ahora a Maradona en Méjico 86); que se baile a cuánto oponente se le aparezca. Así desacomoda, descadera, desquicia a cualquiera. Y entonces llegará más fácil el gol, cuando todas las hormigas contrarias anden enloquecidas…
SIEMPRE GANARÁ BRASIL
Ahora mismo recuerdo a Brasil. Sus jugadores siempre tienen el arco contrario en la mente. O, en otras palabras, y cuyos autores son de la tierra de Pelé: «la mejor defensa es un buen ataque». Y la otra y con esto termino. No se quien la dijo, pero es bien válida. «El fútbol es un hermoso juego donde juegan once contra once, pero siempre gana Brasil»…
Una de ñapa y que alguna vez lo leí, entre líneas, de Jorge Barraza, magnífico comentarista de El Tiempo de Bogotá: «El fútbol se mantiene vigente gracias a diez jugadores: Messi, Cristiano Ronaldo, M’bappé, Haaland, Neymar; Lewandowski, Benzema, Luis Díaz, Griezmann y Vinicius Junior; los demás son un bosque tupido de aves del paraíso en medio de un sinfín de leñadores: demasiados troncos que nacieron para comer y dormir y por el otro lado maleantes con cuchillas en sus piernas, que no pies, haciendo a un lado la nobleza y el juego limpio.
Otro día les cuento de aquellos que simulan y que se botan como un tapetico dentro del área para engañar a los árbitros… Otra: sin presión alta, no se cocinan buenos resultados. Feliz día.
Lunes 10 de abril 2023.