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Banco Mundial
Los países en desarrollo están experimentando una rápida urbanización. En 2050, el número de habitantes urbanos del mundo será más del doble y casi 7 de cada 10 personas vivirán en ciudades.
Esta rápida urbanización es una fuente de oportunidades, ya que va acompañada de un mejor acceso al empleo y a los servicios esenciales.
Pero también tiene inconvenientes: el aumento de la congestión del tráfico y la contaminación del aire tienen efectos perjudiciales para la salud, especialmente en los países de ingresos bajos y medios.
En una megaciudad como El Cairo , dos millones de personas buscan ayuda médica cada año por problemas respiratorios relacionados con la mala calidad del aire, debido principalmente a los medios de transporte contaminantes.
Los vehículos de combustible alternativo impulsan el crecimiento y reducen la contaminación
La capital egipcia ha abordado el problema de la calidad del aire colaborando con el Grupo del Banco Mundial para establecer una nueva red de autobuses rápidos que reemplazará alrededor de 100 vehículos diésel por modelos eléctricos.

Está previsto que el sistema BRT (autobús de tránsito rápido) entre en servicio este año.
Un sistema similar funciona en Dakar (Senegal) desde 2024. Es el primero en África que cuenta con una flota de autobuses totalmente eléctricos.
Este sistema permite a 320.000 pasajeros diarios realizar viajes más rápidos, seguros y cómodos; También proporciona acceso a 170.000 puestos de trabajo adicionales y garantiza que el 59% de los empleos en Dakar sean accesibles en una hora de viaje.
Estas tecnologías tienen una doble ventaja: promueven el desarrollo económico y al mismo tiempo combaten la contaminación del aire. La adopción de vehículos eléctricos (en particular, los de batería o de pila de combustible de hidrógeno) proporciona a los países numerosos beneficios económicos y sanitarios:
Diversificar los modos de movilidad ofrecidos a la población;
Desarrollar capacidades industriales para la producción local de vehículos y sus componentes;
crear empleos altamente cualificados y desarrollar conocimientos técnicos;
Fortalecer la resiliencia ante las fluctuaciones de los precios de los combustibles;
Mejorar la salud pública mediante una mejor calidad del aire.
El auge de la movilidad eléctrica
La demanda de vehículos propulsados por combustibles alternativos está en auge. En 2023, había aproximadamente 40 millones de coches eléctricos (a) en las carreteras de todo el mundo, un aumento del 35% respecto al año anterior.
Aunque todavía representa sólo una pequeña fracción del parque vehicular mundial, esta cifra refleja un cambio significativo en las tendencias del transporte por carretera.
Además de Dakar y El Cairo (a), el Grupo del Banco Mundial ha apoyado en los últimos años a varias ciudades de todo el mundo en la creación de redes de autobuses eléctricos, entre ellas Santiago y Bogotá.
Más allá de las baterías: la opción del hidrógeno
Los vehículos a batería son sólo una opción para los gobiernos que buscan soluciones de transporte más limpias.
Al igual que los vehículos eléctricos de batería, los FCEV no producen emisiones de escape. Pero cuando funcionan con hidrógeno verde (producido a partir de fuentes de energía renovables), realmente proporcionan una movilidad sin emisiones. Los vehículos eléctricos de pila de combustible tienen otras ventajas:
Mayor autonomía de conducción: los FCEV tienen una mayor autonomía de conducción que los vehículos alimentados por baterías porque las celdas de combustible de hidrógeno tienen una mayor densidad de energía por unidad de masa que las baterías.
Carga rápida: los FCEV se pueden recargar en solo 15 o incluso 5 minutos, mientras que los vehículos a batería suelen tardar varias horas.
Eficiencia de peso: En el caso de vehículos pesados, los tanques de almacenamiento de hidrógeno son significativamente más livianos que los paquetes de baterías grandes, lo que aumenta la carga útil y reduce el desgaste.
Continuidad operativa: los FCEV son una excelente opción para aplicaciones logísticas que requieren viajes de larga distancia con un tiempo de inactividad mínimo.
Aplicaciones especializadas: Los FCEV funcionan particularmente bien en condiciones difíciles, como terrenos accidentados y caminos de montaña, clima extremadamente frío o situaciones de emergencia que afectan el suministro de energía.
El potencial del hidrógeno verde para el desarrollo económico
En Chile, por ejemplo, el Banco Mundial está ayudando a los gobiernos a movilizar recursos financieros para desarrollar el naciente sector del hidrógeno verde .
Se espera que esta iniciativa, apoyada por un préstamo de 150 millones de dólares del Banco Mundial, genere 280 millones de dólares en inversión privada y cree aproximadamente 50.000 empleos.
El proyecto para impulsar el hidrógeno verde en Chile busca crear una nueva industria que impulse las exportaciones y al mismo tiempo apoye los esfuerzos locales de descarbonización.
La realidad hoy: adopción limitada de tecnología
A pesar de todas estas ventajas, los vehículos de hidrógeno siguen siendo relativamente raros. Para 2024, la flota mundial de FCEV contaría con solo 93.000 unidades, o aproximadamente un vehículo de hidrógeno por cada 330 vehículos eléctricos de batería.
Esta adopción limitada está vinculada principalmente a un problema de viabilidad económica. Si bien los vehículos que funcionan con baterías ahora son rentables en muchos mercados, los FCEV actualmente tienen precios significativamente más altos, lo que los convierte en una opción poco probable en la mayoría de los casos.
Los autobuses y vehículos pesados de pila de combustible cuestan casi tres veces más que los que funcionan con diésel y entre un 20 y un 30 por ciento más que los que funcionan con baterías (a).
El camino que tenemos por delante
La competitividad de los vehículos de hidrógeno mejorará. Con los avances tecnológicos en la producción de hidrógeno limpio, se espera que los costos disminuyan significativamente.
Para 2030, los autobuses y vehículos pesados de pila de combustible podrían convertirse en alternativas económicamente viables a los vehículos convencionales, particularmente en zonas urbanas densamente pobladas donde los problemas de calidad del aire son más agudos.
A medida que las ciudades avanzan hacia sistemas de transporte más eficientes y menos contaminantes, las tecnologías de baterías y pilas de combustible de hidrógeno ofrecen soluciones personalizadas para convertirlas en centros económicos más dinámicos del futuro.
Los países deberán considerar los factores locales y sus necesidades específicas para trazar su propio camino hacia modos de transporte más limpios.
El Grupo del Banco Mundial puede contribuir a ello mediante sus investigaciones, análisis y su herramienta de definición de opciones de movilidad para evaluar los beneficios y los costos de esas opciones.
Aplicada inicialmente a una pequeña muestra de casos, esta herramienta ya ha beneficiado a 30 países y este número sigue creciendo.