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Se tiene la creencia popular de que las pirañas son capaces de dejar “en huesos” a sus víctimas, pero todo parece estar alejado de la realidad
Las pirañas son una especie de pez omnivoro que no suele agredir a los humanos, salvo durante su época de reproducción, de octubre a marzo, o durante las épocas de clima cálido, cuando son notablemente más agresivos.
En las series o películas utilizan recursos que parecen lógicos y científicamente comprobables para mantener a la expectativa a las personas, sin embargo, hay casos que están un poco distanciados de la realidad, por ejemplo en la popular serie de Netflix “Wednesday” que narra las aventuras de Merlina, la hija de la familia Addams.
En el primer episodio se ve a Merlina lanzando un par de bolsas llenas de agua con pirañas a la alberca de su escuela a manera de venganza, después de que el equipo de waterpolo acosara a su hermano. Al final de la escena uno de los jugadores no logró salir a tiempo de la piscina y fue devorado por estos animales acuáticos.
Bill Sullivan, profesor de farmacología y toxicología de la Universidad de Indiana, en su artículo “¿Es realista la espantosa diversión de ‘Merlina’ de Netflix? Lo que dice la ciencia sobre ser comido por pirañas”, publicado en la revista científica The Conversation, explicó qué tan cierto es que un cardumen pueda devorar a una persona.
Las pirañas son conocidas por ser feroces carnívoras que podrían reducir a sus presas en huesos, sin embargo, todo parece indicar que la idea está alejada de la realidad. De acuerdo con Gregory A. Lewbart, especialista en zoología en la Universidad Estatal de Carolina del Norte, los ataques fatales de pirañas hacía humanos son realmente raros e incluso es muy probable que no hayan ocurrido.
Lewbart en alguna ocasión nadó con pirañas en la Amazonía ecuatoriana, explicó Sullivan, durante esa experiencia no pasó ningún tipo de percance, por lo que todo parece ser que los ataques de pirañas a humanos fueron post mortem.
“Parece que los únicos humanos consumidos por las pirañas son personas que ya murieron ahogadas”, detalló Lewbart.
Jah H. Mol, académico de la Universidad de Surinam, en su investigación “Ataques a humanos por la piraña Serrasalmus rhombeus” publicado en la revista Estudios sobre Fauna Neotropical y Medio Ambiente detalló que se registraron 30 ataques de pirañas a humanos en un periodo de 12 años, sin embargo las lesiones fueron relativamente bajas.
Mol explicó que estos ataques no resultaron mortales y que las heridas incluyeron pérdidas de dedos y daños cutáneos profundos en piernas, brazos y tronco.
En dado caso de que alguna piraña vaya atacar a una persona de manera directa en una alberca, es muy probable que el animal muera en el intento. Lewbart explicó a The Conversation que el cloro dañaría rápidamente las branquias de los peces y con ello su capacidad de transportar oxígeno.
“Casi puedo garantizar que una piraña o cualquier pez arrojado a una piscina no estaría pensando en alimentarse”, detalló Lewbart.