Bogotá, junio de 2025. News Press Service. Tras una larga temporada de lluvias y cielos nublados, el sol vuelve a aparecer en Bogotá, trayendo consigo meses brillante, llenos de planes para celebrar y dejarse sorprender por la ciudad.
Desde la celebración del Bogotá Pride Fest, hasta la reinterpretación trágica de Medea en el Centro Nacional de las Artes Delia Zapata Olivella, pasando por una exposición que fluye como los ríos de Colombia y un concierto sinfónico dedicado a los grandes del cine. Estos son los eventos imperdibles para junio y julio.
Para muchas personas, junio es un mes de memoria, celebración y libertad; un tiempo para habitar el espacio sin pedir permiso; una temporada en que la ciudad se llena de colores y miradas que se reconocen.
En medio de este ambiente regresa el Bogotá Pride Fest, que en 2025 celebra su quinta edición en el Centro de Eventos Autopista Norte, transformado por un día en un gran fiesta al aire libre.
En el encuentro habrá varios escenarios, en los que se presentarán artistas de distintos géneros musicales. Y para cerrar la noche, una fiesta de música electrónica que nadie se puede perder.
Como si se tratara de un testimonio vivo del agua, “Déjala correr”, la nueva exposición abierta en el Museo de Arte Miguel Urrutia (MAMU), comienza en la cima de los Andes, donde nacen los ríos Magdalena y Cauca.
Desde allí, las obras descienden como un cauce: atraviesan montañas, fluyen por caños, ciénagas y mares, y recogen a su paso imágenes, voces y gestos que hablan del paso del tiempo y la memoria.
En la exposición, curada por Luis Fernando Ramírez, se propone una lectura del paisaje hídrico como una gran cuenca, un sistema interconectado de cuerpos de agua y experiencias humanas.
Por medio de doce videos y una escultura de artistas como Nicolás Consuegra, Carlos Motta y Ana María Millán, el recorrido se articula a partir de escenas que muestran cómo el agua atraviesa la vida cotidiana de los distintos territorios.
Algunas veces basta solo con un par de acordes para que el cuerpo recuerde la tensión de una persecución, la calma antes del peligro o el asombro de un mundo desconocido.
Quienes han escuchado alguna vez el rugido metálico de Tiburón, las trompetas de Star Wars o las capas sonoras de Dune, saben que la experiencia del cine no se sostiene solo en lo visual.
Si usted es uno de ellos, no se pierda Hans Zimmer vs. John Williams, un concierto sinfónico que reúne a más de 80 músicos, coristas y solistas en el Movistar Arena, con la dirección de José Jáuregui.
Creada por la Film Music Orchestra (Filmo), en esta propuesta se interpretan las bandas sonoras que acompañaron —y a veces definieron— momentos claves de la historia del cine.
Hay dolores que no caben en una frase, ni siquiera en un grito. Por eso es que Medea, extranjera en tierra ajena, traicionada por el hombre que amó, elige hablar desde las acciones, desde la venganza.
Con la dirección de Jimmy Rangel, en esta reinterpretación de la tragedia griega de Eurípides combina ballet contemporáneo y teatro físico para dar cuerpo a su historia.
Allí, Juana del Río encarna a Medea al lado de trece bailarines, en una obra que pone en movimiento la tragedia sobre un escenario cubierto de barro y sombras.
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