Por sector institucional, las sociedades no financieras (empresas) aportaron -9,4pp al total de la variación de la inversión. Por tipo de activo, fue la maquinaria y equipo la de menor contribución (-7,8pp).
La tasa de ahorro de la economía es baja para las necesidades de inversión. En 2023 el ahorro bruto fue de tan solo 10,6% del PIB.
Establecer reglas de juego claras para los inversionistas y propiciar un ambiente de negocios saludable, contribuirá a que el sector privado retome niveles de inversión que faciliten la creación de empleo y la generación de riqueza.
Bogotá, mayo de 2024. News Press Service. El 2023 se consolidó como un año de grandes retos en materia económica para el país. La cifra de crecimiento de tan solo 0,6% se explica, entre otras razones, por las altas tasas de crecimiento del periodo post-pandemia (10,8% para el 2021 y 7,3% para el 2022).
Ese crecimiento estuvo impulsado principalmente por el consumo de los hogares. Producto de eso, las presiones de demanda se manifestaron en fuertes incrementos en el nivel general de precios.
Como respuesta, el Banco de la República incrementó su tasa de intervención en un esfuerzo por controlar la inflación y encareció el crédito.
A eso se le suma la incertidumbre política; el aumento del gasto público, las tensiones frente a la política de vivienda y el cese de contratos de exploración de hidrocarburos, entre otros, repercutieron de forma negativa en la confianza de los agentes en el mercado colombiano.
Lo expuesto anteriormente afectó el desempeño de la economía, particularmente el de la inversión que tuvo uno de los decrecimientos más fuertes de la historia reciente.
En el 2023 la formación bruta de capital fijo (FBKF) mostró una variación de -8,9%. Por tal razón, vale la pena entender cuál fue la dinámica por sector institucional en la inversión del año pasado.
En primer lugar, producto de la incertidumbre y los desincentivos monetarios, el sector empresarial (sociedades no financieras) fue el de mayor contracción (14,9%), lo que lo llevó a aportar -9,4pp a la variación total de la inversión.
Ese resultado explica casi en su totalidad lo sucedido con la inversión en 2023. No obstante, otros sectores tuvieron aportes positivos.
Por ejemplo, contrasta el comportamiento de Las Instituciones sin fines de lucro que sirven a los hogares (ISFLSH), que fueron el sector con mayor variación (6,2%), aunque debido a su participación su contribución es casi nula en el total de la inversión.
Por su parte, el gobierno (5,8%) fue el segundo sector de mayor variación y con la única contribución positiva significativa (0,6pp)
Con esos resultados, es de esperarse que, si el sector privado invierte menos, la maquinaria y equipo se vean afectadas.
Así sucedió en 2023 y ese tipo de activo fue el de mayor aporte negativo al total de la formación bruta de capital fijo, con -7,5pp.
Por su parte, llama la atención que, a pesar del crecimiento en la inversión del gobierno, otros edificios y estructuras registraran una contribución negativa de -1,3pp, lo que sugiere que la caída del sector privado fue lo suficiente mente fuerte para contrarrestar el aporte positivo del gobierno.
Finalmente, la vivienda se vio perjudicada producto de la incertidumbre en el programa de subsidios de gobierno y las altas tasas de interés.
Con todo, el panorama es por lo menos preocupante.
Tal como hemos señalado en ANIF, la inversión está relacionada con el crecimiento de largo plazo de una economía. Sin inversión, estamos destinados a crecer muy por debajo de nuestro potencial.
Además, si se tienen en cuenta las bajas tasas de ahorro de nuestra economía, el panorama empeora. En 2023 el ahorro bruto fue de tan solo 10,6% del PIB, lo que a todas luces es insuficiente para satisfacer nuestras necesidades de inversión.
En ese sentido y si bien el choque de la inversión responde en parte a la política contractiva del Banco de la República, hay que poner la lupa sobre los demás factores que inciden negativamente en su desempeño.
Mensajes claros sobre las reglas de juego para los inversionistas y un ambiente de negocios saludable, harán que el sector privado retome su senda de inversión, pues es el sector de mayor generación de riqueza y empleo en la economía.