

News Press Service
Por Ximena Martínez León
Experta en sicología sistémica, publicista y escritora
Autora del libro Mil Vidas Antes de Morir
Líder del siglo XX en Colombia por la revista Estado & Política
«Cómo pasó de rápido el primer mes del año 2025. Así, es la vida. Es un ratico. Para quienes superan hoy, los 50 años, quiero hacerles llegar nuestra felicitación».
La razón. En una sociedad donde se valora más las tendencias que la experiencia, llegar a este estadio de vida, es como alcanzar un «Oscar de la Academia».
La historia demuestra que más de un millar de personas públicas y anónimas, han alcanzado los sueños, cuando llega la «segunda juventud. Es decir, los 50 años donde lo importante supera a lo urgente. Donde el «Yo interior trasciende».
Esa madurez, no solo física sino espiritual. De aptitud. De compromiso consigo mismo, viene cargado de paciencia y sabiduría. «Es una etapa de la vida que nos hace saber en pequeños detalles que nos invita a seguir adelante con los pies en la tierra, pero a la vez con el sello del corazón».
Llegar a los 50 años, no es una derrota. Es un triunfo. Nos convertimos en líderes de una generación que pedimos la bendición a nuestros padres cada mañana. De un respeto al «cabello blanco» de nuestros abuelos.
Está columna, va para ustedes amigos lectores que superan los 50 años. Se observa la vida desde la playa. Se disfruta que las olas del mar rocen los pies.

Hay mucho que escuchar, decir, y; construir. Tú eres el arquitecto de tú vida. Con hijos o sin hijos. Con nietos o sin ellos. Asume un rol protagónico desde el «Yo interior». Tal vez, será un guión que te lleve a recorrer una sabiduría desconocida, pero a la vez fascinante.
No existe la inteligencia artificial. Existe los libros que has leído. Los viajes que ha hecho. Con seguridad renacerá el amor propio que dejaste ir; por tratar de caerle bien a todo el mundo.
Deja atrás a los envidiosos. A los chismosos. A todos aquellos que hacen de cada día una tragedia para ellos mismos y los demás. No te prestes a sus juegos. Vive tú propio partido.
Marcaras tantos goles. Que los jugadores de fútbol Pelé y Maradona te aplaudirán desde el Cielo. También recibirás la bendición de Dios. Como cuando éramos niños, bajo el abrazo y la caricia de nuestros padres.
Con el recuerdo eterno de nuestros abuelos.
Llegar a los 50 años. Es llegar al oasis. La magia de la madurez, sin dejar de ser niños. Te sumas al equipo de personas que superamos los 50 años. Sabes, en mi caso. La disfruto mucho.