Fotografía: Rodney Quarcoo/Banco Mundial
En Ghana, los productores de cacao mejoran los rendimientos y mitigan el cambio climático adoptando prácticas de cultivo de cacao climáticamente inteligentes, al tiempo que reducen la deforestación.
El país ha obtenido USD 4,8 millones por reducir casi 1 millón de toneladas de emisiones de carbono causadas por la deforestación y la degradación forestal, y espera conseguir hasta USD 45 millones de aquí a fines de 2024.
Ghana y otros países están generando créditos de carbono jurisdiccionales de alta calidad y alta integridad para lograr sus objetivos climáticos y acceder a los mercados internacionales de carbono.
News Press Service
Banco Mundial
Hace tres años, la plantación de cacao de 15 acres de Adwoa Akyaa “no era nada del otro mundo”, según sus propias palabras, y esto puede haber sido cierto en el pasado. Aunque Ghana es el segundo mayor productor mundial de cacao, el rendimiento promedio de las explotaciones individuales sigue siendo bajo. En la actualidad, sin embargo, Akyaa es una de los 140 000 productores de Ghana que adoptan prácticas innovadoras, revitalizan sus tierras y mejoran sus reservas de cacao. No solo producen más cacao, sino que también reducen las emisiones de gases de efecto invernadero, y generan créditos de carbono que están dando frutos.
“Ha sido un gran viaje”, señaló Akyaa, cuya plantación se encuentra en Ashanti, una región en el sur del país. Ella reconoce los méritos del programa de Ghana en la reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la degradación forestal y en el aumento de las reservas de carbono (REDD+ [i]) que han ayudado a transformar su explotación agrícola. “Nos enseñaron a cultivar árboles de sombra en nuestros cacaotales. Y debido a esto, mis árboles de cacao son muy sanos y fuertes. Si te dedicas a la agricultura, debes plantar árboles de sombra porque nutren el suelo y, a su vez, obtendrás un gran rendimiento”.
Apostar a lo grande por el cultivo de cacao climáticamente inteligente
El programa del Gobierno, conocido como GCFRP, empodera a los productores para que mejoren sus plantaciones de cacao. Ellos aprenden a plantar árboles de sombra para reducir el calor en el suelo y aumentar la producción, y, además, aprenden a podar de manera eficaz y aplicar otras técnicas de cultivo sostenibles. El programa abarca 6 millones de hectáreas de bosques de Guinea en África occidental (i). Es un área donde la expansión agrícola, la tala ilegal y otras presiones han contribuido a la pérdida de árboles y biodiversidad y, en última instancia, al calentamiento global.
La productividad promedio de las plantaciones de cacao incluidas en el programa ha aumentado de 400 kilogramos por hectárea a 600 kilogramos por hectárea desde 2019. Los mayores rendimientos de los granos de cacao producidos de manera sostenible no solo es una buena noticia para los agricultores, sino también para los compradores del sector privado que tienen compromisos con cadenas de suministro que no contribuyen a la deforestación. La creciente demanda de cacao de origen sostenible puede ampliar los procesos de certificación que generan precios aún mejores y medios de subsistencia más seguros para los agricultores que utilizan prácticas climáticamente inteligentes en el cultivo de cacao.
La productividad promedio de las plantaciones de cacao incluidas en el programa ha aumentado de 400 kilogramos por hectárea a 600 kilogramos por hectárea desde 2019.
“Las técnicas climáticamente inteligentes que aumentan la productividad y la rentabilidad de la producción de cacao también hacen que nuestros paisajes forestales sean más saludables y puedan capturar y secuestrar mejor las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el cambio climático”, dijo John Allotey, director ejecutivo de la Comisión Forestal. “El éxito de Ghana está mostrando al mundo cómo descarbonizar una cadena mundial de suministro de productos básicos, literalmente, desde cero para generar múltiples beneficios”.
Nana Baffour Adjei, jefe de Assin-Jakai y Assin-Praso, señaló que “el beneficio real de este programa es la mejora de los rendimientos del cacao, la preservación de nuestro bosque, [la ejecución de] proyectos de medios de vida alternativos que han ayudado a diversificar las fuentes de ingresos y el interés renovado en cultivar cacao de manera sostenible”.
Capacitación, tecnología e integridad para medir el éxito
Medir el éxito según la cantidad de producción de granos de cacao es fácil; medir la reducción de las emisiones de carbono a través de una agricultura sostenible es un proceso mucho más complejo. El Gobierno de Ghana ha utilizado la asistencia técnica y la capacitación proporcionadas por el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques (FCPF [i]) del Banco Mundial para fortalecer sus sistemas de medición, notificación y verificación de las reducciones de emisiones. Una vez verificadas, las reducciones de emisiones pueden convertirse en créditos de carbono que Ghana puede utilizar para cumplir con sus contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) en virtud del Acuerdo de París.
Medir el éxito según la cantidad de producción de granos de cacao es fácil; medir la reducción de las emisiones de carbono a través de una agricultura sostenible es un proceso mucho más complejo.
Con personal capacitado y metodologías confiables, Ghana utiliza una combinación de tecnología de teledetección y muestreo terrestre para monitorear la dinámica del carbono de los bosques. Lo anterior incluye la recopilación de imágenes satelitales de última generación y el uso de herramientas como Collect Earth (i), junto con la opinión experta de analistas altamente calificados y preparados, para identificar los cambios en la cubierta forestal. Además, 168 parcelas del inventario nacional forestal incluidas en la zona del programa hacen un seguimiento y realizan estimaciones de los factores de emisión.
“Las tecnologías digitales nos ayudan a mejorar la precisión y la eficiencia, pero también recurrimos a las comunidades locales para que colaboren en la medición, notificación y verificación de las reducciones y la absorción de las emisiones. Su profundo conocimiento de las zonas locales nos ayuda a definir la dinámica del uso de la tierra y a confeccionar mapas precisos de la extensión de los bosques de Ghana y el cambio del uso de la tierra asociado”, explicó Roselyn Fosuah Adjei, directora del área de Cambio Climático de la Comisión Forestal.
Ghana también trabaja con PROGREEN del Banco Mundial para incorporar 210 000 hectáreas de bosques de cacao en las zonas de gestión de los recursos comunitarios (CREMA), un enfoque que empodera a las comunidades locales de modo que impulsen cambios y configuren un futuro donde la naturaleza es resiliente. Este apoyo apunta a beneficiar a los agricultores —2855 de los cuales hasta la fecha han adoptado prácticas agrícolas más sostenibles— y forma parte del enfoque de gestión sostenible del paisaje del Banco Mundial que conecta las inversiones basadas en la naturaleza desde la tierra al mar.
Pago genera créditos de carbono derivados de actividades de REDD
El esfuerzo colectivo está dando frutos. En enero de 2023, Ghana se convirtió en el segundo país de África, después de Mozambique (i), en recibir pagos del FCPF por reducir las emisiones a través de actividades de REDD+. El FCPF pagó a Ghana USD 4,8 millones por reducir alrededor de 972 000 toneladas de emisiones de carbono durante el primer período de seguimiento (i) (de junio a diciembre de 2019) de su acuerdo de pago por reducción de emisiones (ACRE [i]). Dicho acuerdo especifica que el FCPF pagará hasta USD 50 millones por la reducción de 10 millones de toneladas de emisiones de carbono de aquí a 2024.
La mayor parte de estos pagos (69 %) se destinará a grupos de agricultores y comunidades locales, como la de Akyaa, que están logrando resultados. Estas comunidades han creado sistemas de cacao a la sombra y, en última instancia, son responsables de detener la expansión de las explotaciones de cacao y cultivos alimentarios hacia las reservas forestales. También han ayudado a reducir la tala ilegal, la minería ilegal y los incendios forestales.
El FCPF pagó a Ghana USD 4,8 millones por reducir alrededor de 972 000 toneladas de emisiones de carbono durante el primer período de seguimiento (de junio a diciembre de 2019) de su acuerdo de pago por reducción de emisiones (ACRE).
Un plan de distribución de beneficios garantiza que los agricultores y otras partes interesadas reciban un reconocimiento justo y se les recompense por su función crucial en la reducción de las emisiones. Un programa adicional respaldado por el nuevo fondo EnABLE del Banco Mundial promueve aún más la inclusión social de las comunidades marginadas y los grupos desfavorecidos, como las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidad.
En la actualidad, Ghana está estableciendo un historial de generación y transacción de créditos de carbono REDD+ a nivel jurisdiccional. Si el país continúa generando reducciones de emisiones de alta calidad al ritmo actual, se podrían poner a la venta hasta 10 millones de reducciones adicionales a través de los mercados de carbono. El programa del FCPF ayuda a Ghana a adquirir credibilidad y experiencia para realizar transacciones mediante los mercados de carbono y obtener acceso a otras fuentes de financiamiento climático.
“El riguroso proceso de REDD+ de Ghana da una señal a los mercados de carbono de que el país está produciendo créditos de carbono de alta integridad y alta calidad”, dijo Andrés Espejo, gerente del FCPF.
“A medida que Ghana y los países con programas similares comienzan a monetizar las reducciones de emisiones a través de los mercados de carbono, estos múltiples flujos de ingresos y de financiamiento beneficiarán a las comunidades agrícolas que están a la vanguardia de la conservación de los bosques”.
La Comisión Forestal de Ghana se ha asociado con el Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques, el Programa de Inversión Forestal de Ghana, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial, PROGREEN, REDD+ y el Banco Mundial para apoyar el desarrollo forestal climáticamente inteligente en Ghana. El Banco Mundial se basa en esta experiencia al poner en marcha su nuevo Fondo para Ampliar la Acción Climática Reduciendo las Emisiones (SCALE), cuyo objetivo es implementar pagos basados en resultados que apoyen una descarbonización justa e inclusiva en una amplia gama de sectores.