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CNN
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, lo venía advirtiendo desde hacía meses: en caso de que Israel continuara con el «genocidio» contra el pueblo palestino en Gaza —tras los ataques de Hamas el 7 de octubre— rompería relaciones diplomáticas.
Así lo hizo: este 2 de mayo la Cancillería de Colombia anunció la ruptura de relaciones diplomáticas con Israel que «no ha respetado los principios de distinción, proporcionalidad ni precaución que sustentan el derecho internacional humanitario». La medida fue criticada por Israel, celebrada por Hamas y levantó polémica en sectores políticos de centro y derecha de Colombia, principalmente..
Petro ha insistido en que las acciones de Israel en Gaza constituyen un «genocidio». Israel ha rechazado continuamente esa acusación, que no solamente hace Colombia, sino otros gobiernos como el de Brasil y Sudáfrica, este último llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya en diciembre de 2023.
Desde el ataque de Hamas a Israel, en el que murieron unas 1.200 personas y fueron secuestradas más de 200, Israel lanzó una ofensiva en Gaza matando hasta ahora más de 34.000 personas, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza.
En enero, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), máximo tribunal de la ONU, dio que Israel debe tomar «todas las medidas» para prevenir el genocidio en Gaza, pero no pidió en ese momento un alto el fuego ni dijo explícitamente que hubiese genocidio. La relatora especial de las Naciones Unidas sobre los territorios palestinos, Francesca Albanese ha dicho que hay «motivos razonables» para decir que lo que ocurre en Gaza es un genocidio.
Colombia dice que «tampoco puede ser indiferente al enorme e indescriptible sufrimiento humano que esto causa».
Tras el anuncio de Petro, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Israel Katz, acusó a Petro de recompensar a Hamas, «los monstruos más despreciables conocidos por la humanidad» y lo llamó un «presidente antisemita y lleno de odio».
La embajada palestina en Colombia agradeció en un comunicado «el valiente gesto de humanidad ofrecido por el Gobierno del hermano pueblo Colombiano».
Lo que sigue ahora es la retirada de los funcionarios diplomáticos de ambos países, que la Cancillería en un comunicado este martes no especificó cuándo regresarán, ni detalló si los diplomáticos israelíes deberán abandonar el país.
Sectores de derecha y centro de Colombia reaccionaron contra la decisión de Petro y pusieron en duda que la medida de protesta tenga funciones prácticas para lograr que el primer ministro Benjamin Netanyahu termine las acciones en curso en Gaza.
¿Qué significa en la práctica este rompimiento de relaciones?
Cooperación militar
Colombia e Israel tienen una larga historia que se remonta a 1949, cuando Bogotá reconoció a Israel como Estado y en 1957 establecieron relaciones diplomáticas. La posición histórica del país sudamericano se ha caracterizado por el reconocimiento de Israel «a vivir dentro de fronteras seguras, reconocidas internacionalmente, libres de amenaza y actos de fuerza». En agosto de 2018, poco antes de dejar su cargo, el Gobierno del presidente Juan Manuel Santos reconoció a Palestina como Estado luego de firmar la paz con las hoy extintas FARC.
En su historia diplomática, Israel y Colombia han firmado acuerdos de cooperación en educación, son estrechamente cercanos en materia económica y muy cercanos en el frente militar, una de las mayores preocupaciones de quienes se oponen a la ruptura de relaciones diplomáticas.
En materia de cooperación militar, Petro dijo que Colombia dejará de comprar armas a Israel. Pero este 30 de abril, el ministro de Defensa Iván Velásquez se refirió a ello en un debate de control político en el Senado y dijo que Colombia tiene contratos firmados con Israel para la compra de sistemas de misiles Barak y obuses Atmos, equipos de mantenimiento y soporte logístico de los aviones KFIR.
«Existen unos contratos vigentes con Israel y esos contratos se van a cumplir», aseguró Velásquez, señalando que algunos tienen vigencia hasta diciembre de 2024 y otros hasta 2026.
«No estamos poniendo en riesgo ni la capacidad ni la seguridad, pero que en todo caso se pretende diversificar proveedores para reducir dependencias específicas», agregó el ministro de Defensa.
La cuestión de los aviones KFIR es clave: «Son los únicos aviones de combate que tiene Colombia. El mantenimiento tiene que ser dado por empresas israelíes», dijo a CNN Marcos Peckel, profesor de relaciones internacionales y director ejecutivo de la Confederación de Comunidades Judías de Colombia.
En enero de 2023 el Ministerio de Defensa dijo que la flota de aviones KFIR empezó su etapa de obsolescencia a partir de diciembre de 2023 por lo que tendrá un retiro gradual. La flota actual de aviones de guerra tiene más de 42 años de antigüedad.
Este martes, Velásquez dijo que el Ministerio de Defensa está conformando un comité de «transición, sustitución y diversificación» con el fin de diversificar proveedores para evitar que el Estado esté sujeto «por circunstancias políticas o por condiciones de diverso género a depender de ningún país» para los suministros de equipamientos para las fuerzas militares.
Colombia pierde interlocución con Israel
Otra de las consecuencias que traerá la ruptura de relaciones es que Colombia perderá interlocución con los actores del conflicto para eventuales negociaciones de paz. En enero de este año el presidente Petro le propuso a Netanyahu crear una comisión para lograr la paz entre Israel y los palestinos, así como la liberación de rehenes. Pero con este paso, Bogotá ya no será reconocido como interlocutor, al menos no por Tel Aviv.
«Colombia queda en ese momento sin un esquema de diálogo con Israel en un conflicto en el que permanentemente habla de la solución de dos Estados y habla de una conferencia internacional de paz», agregó Peckel, que criticó la medida por ser «inconveniente».
«Se puede ser muy crítico de Israel. Hemos visto gobiernos de izquierda en América Latina muy críticos como el caso de Chile, caso Brasil, caso México, pero no han llegado al rompimiento de las relaciones», agregó.
El expresidente Santos (2010-2018) expresó también la inconveniencia de la medida porque esto, dijo, no contribuye a la solución del conflicto entre Israel y Palestina.
«Romper relaciones con Israel para nada contribuye a esa solución y tiene consecuencias negativas para los colombianos. Nuestra política exterior debe siempre defender la solución pacífica de los conflictos», dijo en X el expresidente Santos.
Para Mauricio Jaramillo Jassir, analista internacional y profesor universitario, la decisión de Petro es «coherente» con las advertencias que había hecho anteriormente respecto a las acciones de Israel.
«Este rompimiento… es consistente con lo que ha dicho Colombia… por la defensa que ha asumido con el derecho internacional y de los derechos humanos», dijo Jaramillo Jassir en un video publicado en X. Dice que la decisión puede explicarse, entre otras razones, por las advertencias que ya había hecho Colombia de cortar relaciones con Israel si este no cumplía de manera vinculante la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sobre un cese el fuego en Gaza.
Al defender la decisión del Gobierno, Jaramillo Jassir niega que Petro esté «desconociendo» la tradición diplomática de Colombia.
«Colombia está comprometida con la convención de 1948 sobre prevención del genocidio y es básicamente lo que está haciendo el país», dijo Jaramillo Jassir en X. El analista señala agravantes como por ejemplo que «hoy buena parte del mundo, de los más poderosos (algunos países de Europa Occidental y Estados Unidos) avalan este genocidio».
«Corresponde al sur global, a países como Colombia, Chile, Brasil, México, protestar, defender el derecho y defender la convención del 48 para que no siga ocurriendo un genocidio en nuestra cara».
Comercio
Israel es el principal principal socio comercial de Colombia en Medio Oriente y Colombia es el segundo de Israel en Sudamérica después de Brasil.
Israel abarca el 80% de los intercambios comerciales que hace Colombia en Medio Oriente y desde 2020 entró en vigencia un tratado de libre comercio. En 2022 Colombia compró a Israel bienes por US$ 139 millones y les vendió US$ 16 millones, según los datos oficiales del Ministerio de Industria y Comercio de febrero de 2024.
El principal producto de exportación de Colombia fue carbón (expresado como hullas y briquetas en el reporte) y lo que más envía Israel a Colombia son aparatos emisores de radiodifusión, teléfonos, e instrumentos y aparatos de medicina, según cifras oficiales.
La Cancillería de Colombia ha dicho que «todas las comunicaciones relacionadas con este anuncio se harán por los canales oficiales establecidos y no tendrán carácter público», por lo que poco se conoce sobre el alcance de esta medida.