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CEPAL
Panorama Regional
El progreso de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible se decidirá en las ciudades, ya que más de la mitad de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) tienen componentes urbanos. En América Latina y el Caribe, donde ocho de cada diez personas viven en ciudades, esta realidad implica grandes desafíos, pero también ofrece oportunidades significativas. Las ciudades son los motores del crecimiento económico; no obstante, también son las mayores emisoras de gases de efecto invernadero, y su crecimiento se produce en un contexto de grandes desigualdades en las sociedades de la región. Si bien la información disponible a nivel regional sobre el Objetivo 11 es bastante escasa, una visión general de su evolución permite colegir que, en términos agregados, existen progresos, aunque estos aún son limitados. La población que vive en asentamientos precarios (meta 11.1), una situación que es consustancial al crecimiento urbano en la región, ha disminuido en términos relativos. Sin embargo, este avance se ha estancado y el escenario futuro es preocupante. Factores como el aumento de los costos de construcción, el menor acceso al crédito y las dificultades de acceso al crédito a largo plazo, así como la pérdida de espacio presupuestario, dificultan el acceso a la vivienda por parte de los hogares de menores recursos. A ello habría que añadir el impacto de la menor actividad económica, el aumento del desempleo y la migración, todo lo cual conforma un contexto complejo para el futuro cercano. El acceso a un servicio de movilidad pública, sostenible y de calidad (meta 11.2) constituye uno de los grandes retos de la región. Las pérdidas de tiempo y la consiguiente reducción de la calidad de vida y la productividad inciden de manera desproporcionada en los hogares de menores recursos. En ello influye también la expansión de la mancha urbana, que obliga a recorrer distancias cada vez mayores, y que, si bien muestra señales alentadoras en relación con el crecimiento de la población, aún está lejos de presentar patrones eficientes que atenuarían la segregación urbana. Por otra parte, se observa una tendencia positiva de mejora de las condiciones del aire en las ciudades (meta 11.6). Si bien, a la luz de los umbrales definidos recientemente, existe un amplio margen de mejora, es indudable que se han registrado avances en la dirección correcta.
Recomendaciones de la CEPAL
En una región altamente urbanizada como América Latina y el Caribe, el transporte público es un elemento fundamental de inclusión social. Un sistema de transporte público adecuado mejora el acceso a las oportunidades laborales, educacionales y culturales, al tiempo que promueve el uso y disfrute de espacios y servicios públicos, sobre todo en el caso de los tres primeros quintiles de la población. Por lo tanto, las políticas que moderan el valor del transporte público suponen un importante impacto redistributivo. Estos beneficios sociales se suman a los beneficios ambientales relacionados con mejores incentivos al uso de modos de transporte públicos y colectivos, así como al uso más racional e intensivo del suelo urbano.
La CEPAL ha estimado que un aumento de 1 punto porcentual en el crecimiento del sector de la construcción añadiría 0,07 puntos porcentuales al crecimiento del PIB per cápita. Es factible reconstruir la economía urbana en el marco de un nuevo escenario que fomente una mayor productividad, haciendo hincapié en el avance hacia economías urbanas más sostenibles y equitativas que estén mejor alineadas con el Acuerdo de París y la Agenda 2030.