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Por Ricaurte Losada Valderrama
A raíz de la celebración este domingo diez de diciembre del día internacional de los derechos humanos, es útil recordar que son tantos los hechos y factores que los afectan, pero que entre los que más inciden en su anulación se encuentra la guerra que ha sido una constante en la historia humana y de manera particular en Colombia, donde desde el comienzo de la República tuvimos la primera confrontación armada que podría haberse evitado si no hubiera sido por la división y la polarización interna entre federalistas y centralistas.
Pero también el planeta entero ha estado plagado de guerras, con las cuales el atropello de los derechos humanos ha sido flagrante, partiendo del desconocimiento del derecho fundamental del cual dependen todos los restantes: la vida.
Y en esta coyuntura, entre los conflictos armados hay dos que han incidido, están incidiendo e incidirán en la vida de todos los seres humanos, partiendo de tantas pérdidas humanas: la guerra entre Rusia y Ucrania, propiciada por la codicia y la avaricia expansionista del señor Putin y la ya prolongadísima ente Israel y Palestina, a la cual solo de pronto se le pondrá término el día que se corrija el error de las Naciones Unidas de haber reconocido a Israel como Estado, en 1948, haciendo que Palestina también llegue a la máxima conquista de un pueblo convirtiéndose en Estado.
Es por ello que el foro, el último del año que realizamos en Transformación, El Cambio que Requiere el País, tuvo como expositor central al ex ministro y ex embajador, Alfonso López Caballero y como comentaristas al expresidente del Consejo de Estado, ex ministro Germán Bula Escobar y al internacionalista, profesor de la Universidad Nacional, Antonio José Rengifo Lozano, fue sobre estos dos conflictos bélicos.
Una apreciación que tiene elementos que a este respecto comparto es la de Brahma Chellaney, profesor de estudios estratégicos en el Centro de Investigación de Políticas con sede en Nueva Delhi y miembro de la Academia Robert Bosch de Berlín, quien afirma que “Las crisis, los conflictos y las guerras que se libran actualmente ponen de relieve cuán profundamente han cambiado el panorama geopolítico en los últimos años, a medida que las rivalidades entre las grandes potencias han vuelto a ocupar un lugar central en las relaciones internacionales. Y con las guerras en Gaza y Ucrania exacerbando las divisiones globales, es posible que se esté cocinando una reconfiguración geopolítica aún más profunda, incluido un cambio hacia un nuevo orden mundial.”
Agrega que “China está trabajando duro para construir un nuevo orden mundial alternativo, con ella misma en el centro” y que el actual entorno global, plagado de conflictos, bien puede jugar a favor de Pekín.
No tengo duda de que no solo por las guerras, sino por los profundos cambios y problemas que afronta la humanidad y que generan un cúmulo de incertidumbres y expectativas, el nuevo orden mundial deberá ser un hecho. Así lo planteo en mi libro, ¿De las Cenizas del Estado Nación, ha de Surgir un Nuevo Estado Mundial? Dependería del Ciudadano Mundial.
Y desde ya hago votos porque esta navidad transcurra en paz y porque saludemos el 2024 con optimismo y esperanza.
Salud y Vida, Paz, Justicia, Transparencia.
@ricaurtelosada