News Press Service
Por Elías Prieto Rojas
Escuché la noticia y de inmediato se me devolvió el video: en aquellas hermosas épocas de la infancia, recuerdo que mi padre me enviaba a la tienda de la esquina, y con mis doce años cambiaba historietas que leía con avidez. Esos pequeños comics fueron los primeros libros que me hicieron soñar con seres mágicos. Rico Mac Pato: millonario, avaro, y dueño de su primer centavo, el cual guardaba como un tesoro. Tribilín, el Pato Donald y sus tres sobrinos: Hugo, Paco y Luis, quienes inundaban de aventuras la plácida niñez. Y Red Ryder, y Gene Autry; Turok “El guerrero de piedra”, y también Memín. Y Santo “El enmascarado de plata”. Nadie podía verle el rastro al Santo porque moría, dice la leyenda. Fundamental y decisivas son las historietas, desde siempre, para conocer una parte de la historia de la humanidad. Y hoy, miércoles 30 de septiembre del 2020, la noticia del día es la muerte de Quino. A la edad de 88 años fallece Joaquín Salvador Lavado, argentino, dibujante, el genio creador de Mafalda. La chica que no toma sopa. La niña inteligente, sarcástica y dueña de un humor corrosivo. Ella, ya no volverá a jugar con Manolito. Y Felipe, Susanita, Miguelito y Libertad, sus amigos, ninguno escuchará, nunca más, sus tristes lamentos. “Estamos cansados de tantos problemólogos, necesitamos solucionólogos”, se le escuchó decir alguna vez a Mafalda. Quino, recibió distinciones: la Orden Oficial de la legión de Honor de Francia; el Premio Príncipe de Asturias, de España. Con “Quino” muere una parte importante de la cultura argentina y por ende de Latinoamérica. A propósito, y luego de escuchar y ver el debate televisivo de los candidatos, al puesto más importante de la democracia gringa, y de haberse encontrado allí Mafalda, estoy seguro que la niña prodigio al sentirse frustrada por los insultos proferidos por los dos contrincantes, ella, dirigiéndose al globo terráqueo, abandonado por ahí en cualquier rincón, creo que le hubiera dicho a la tierra y con sus monólogos: “Mi querida princesa, ahora si nadie podrá salvarte”. Y se hubiera echado a llorar la muchacha y con ella, el planeta entero…