

Por Clemente Domínguez
Bogotá, abril de 2025. News Press Service. Los mercados campesinos en Colombia se han convertido en alternativas para aquellos campesinos que buscan eliminar la intermediación y obtener mayores ganancias en la venta de sus productos al consumidor final, además de bajar costos, como el transporte, rubro importante dentro de la cadena de tarifas de sus actividades.

Efraín Villamil, es uno de los organizadores de este sistema de mercadeo que viene impulsando desde hace más de 20 años en la localidad de Fontibón, en Bogotá, como cabeza visible en la realización de este propósito, qué de acuerdo con sus palabras, “es un proceso duro, pero con resultados altamente positivos”.
Al señor Villamil se le han rendido todos estos emprendimientos en trabajo en equipo con campesinos que tiene amplia participación de la mujer, “pues de esta actividad, ellas integran, aproximadamente un 70%”, dice.

El proceso, con mucho esfuerzo, es altamente positivo pero que necesita mayor colaboración del estado, “que se comprometa con este trabajo en el proceso de ayudar a familias campesinas, teniendo en cuenta que aquí contamos con jóvenes innovadores en mecanismos de transformación de productos, listos para exportar”.
La creación del mercado campesino, ahora se ha dado en la plaza Fundacional de Fontibón, un sector de la capital colombiana densamente poblado, en donde según Efraín Villamil, se ha originado por el modelo neoliberal impuesto por los gobiernos acabando, entre otras cosas con las tradicionales plazas de mercado.
Este sistema de mercadeo de productos campesinos traídos directamente del campo, requiere del apoyo del gobierno como método de reactivación económica con las organizaciones comunales y de agricultores, implementando herramientas de política pública, primordialmente en lo referente al transporte, que es el rublo de mayor incidencia dentro de la cadena de costos de este modelo.
En términos generales, dice este dirigente agrario, sería importante “para el país respaldar los mercados campesinos convirtiendo las plazas de mercado en centros turísticos con la implementación de restaurantes y cafeterías que hagan atractivo al cliente y visitantes adquirir allí sus productos con servicios aleatorios a sus gustos y bienestar general”.