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W Radio
El debate sobre la construcción de la primera línea de Metro en Bogotá ha generado opiniones encontradas. A la discusión que ha generado el tipo de construcción, subterránea o elevada, que debe tener el metro, se suma la opinión de ingenieros españoles que aseguraron que el corredor vial de la Caracas colapsaría por el elevado flujo de pasajeros que usarían los dos sistemas de transporte público.
Así lo dio a conocer la emisora W Radio, que consultó a una empresa de ingeniería en España que cuenta con experiencia en la construcción de vías de metro en el mundo, y que, según lo dieron a conocer tras el informe, también tiene intereses en participar en el proyecto de Bogotá.
Para la explicación, según el informe, los ingenieros dividieron la línea de metro en dos tramos. El primero cubre desde el patio taller en Bosa hasta San Victorino, y el segundo, es el del corredor vial de la Caracas.
Sobre el primer tramo, los expertos aseguraron que no hay problema con el modelo de construcción que se decida pues, tanto el metro elevado como el subterráneo son factibles.
El problema estaría en el tramo que cubre la Caracas pues, según los españoles, sería inviable que los dos sistemas de transporte funcionen al tiempo por el flujo de usuarios que tendría que soportarla dicho corredor vial.
“Sería imposible construir el metro elevado o subterráneo manteniendo el TransMilenio funcionando. Y si finalmente se construyera el metro elevado por la Caracas, se colapsarían los dos sistemas de transporte masivos a la vez”
Uno de los problemas que ven los ingenieros españoles en el funcionamiento en simultáneo de los dos servicios de transporte es la infraestructura de los andenes de la Caracas, pues esta no contaría con la resistencia necesaria para soportar, por lo menos, a un millón doscientos mil usuarios por día.
“Circularían más de un millón doscientas mil personas al día, y no es asumible por los andenes de las calles transversales existentes. Los pasajeros se bajan en la Caracas con destino a la carrera once y a la séptima y tanta gente obligaría a peatonalizar las calles en las que se ubican estas dos estaciones”.
Sobre la discusión de si el metro debe ser elevado o subterráneo, los españoles aseguraron que, con con una línea elevada, aparte de la necesidad de adquirir terrenos para la construcción de las estaciones, también se necesitarían cimientos muy profundos que pueden llegar a dañar los edificios ubicados en esta avenida.
La construcción de estos cimientos, según los ingenieros consultados, pueden generar demoras en la ejecución de las obras y retrasos en la entrega de la primera línea del metro de la ciudad.
“Si la solución es el metro elevado, requeriría la compra de predios para ubicar las estaciones, mientras que en las subterráneas, se ubicarían en terreno público. El metro elevado en la Caracas necesitaría además cimentaciones muy profundas de casi 70 metros, que implicaría no solo graves problemas de ejecución y plazos, sino que además, incluso podrían dañar a los edificios colindantes”.
Sobre las características del suelo en la Caracas, los estudios hechos por los ingenieros españoles habrían arrojado como resultado que este corredor presenta formaciones lagunares que dificultaría la construcción subterránea de la vía del metro.
“Desde el punto de vista geotécnico, el corredor de la Caracas presenta peores características por formaciones lagunares de la vía que el de la carrera 13 y 11. Este corredor, el de la 13 y 11, permitiría diversificar el tráfico peatonal de pasajeros, no afectaría las obras de Transmilenio y se podría incluso ampliar el corredor hasta la 127 y hasta la Autopista Norte”.
Los ingenieros también aseguraron que, aunque la construcción del metro subterráneo por la 11 o la 13 puede resultar más costoso, los estudios ya se encuentran en la tercera fase.