Por Alberto Restán Hincapié
Bogotá, agosto de 2024. News Press Service. A pesar qué este modelo ha sido empleado en América Latina, y que se ha venido deteriorando, porque el monto de las inversiones que se tienen que destinar a los títulos de desarrollo agropecuario ha variado.
Sin embargo, el senador Wilson Arias respaldó la iniciativa del gobierno central explicando que para esos efectos las entidades financieras solo tienen que destinar pequeñas porciones de ahorros de sus clientes y que, en Colombia, a través de FINAGRO , se han hecho en el pasado inversiones forzosas con pleno éxito.
Con esos recursos, dijo, se puede reactivar la economía otorgando créditos a los campesinos, “beneficiando, no solo a los trabajadores sino al sector financiero.
También habló José Ignacio López, presidente de Anif, y expresó que “hoy en día es 1% de las inversiones que tienen que destinar, pero llegaron a ser 25% de los depósitos en 1951”, refiriéndose a la utilización de este modelo anteriormente.
Volviendo a la actualidad, hasta el momento, estas inversiones forzosas solamente están representadas en los Títulos de Desarrollo Agropecuario, TDA, y son la principal fuente de financiamiento del sector agropecuario.
Por tanto, a partir de la Ley 16 de 1990, los bancos empezaron a hacer las inversiones forzosas solamente en TDA. De hecho, Alexandra Restrepo, presidente de Finagro, aseguró que entre enero y julio de 2024 se han colocado $22,34 billones, “con lo cual hemos llegado a una cartera de $43,87 billones”, dijo.
Pero, ¿de dónde sale el dinero de las inversiones? Proviene de todos los intermediarios vigilados por Superfinanciera y varias cooperativas vigiladas por Supersolidaria. Ya sea de manera directa o a través del redescuento, estos actores son los que canalizan los recursos de crédito de fomento agropecuario. “Todo lo anterior sería imposible de alcanzar sin las inversiones forzosas que fondean el Sistema Nacional de Crédito Agropecuario”, concluyó Restrepo.
López, por su parte, indicó que “este dinero está indexado a la DST y tiene unos puntos negativos. Entonces, para los bancos es una inversión que sale por debajo de tasas de mercado. Y Finagro las presta a tasas preferenciales”, dijo, asegurando que por ahora no hay certidumbre de finalmente qué tipo de modelo se va a plantear del lado del Gobierno.
En adición, Juan Carlos Mora, presidente de Bancolombia, dijo que ”como siempre lo hemos hecho y nos lo exige la Ley, las instituciones financieras velamos por el cuidado del dinero de nuestros ahorradores de acuerdo con sus preferencias”. Además, añadió que su compromiso es con la reactivación económica.
Consecuencias
La inversión forzosa trae consigo algunas consecuencias al sistema financiero. Por un lado, reduce la capacidad de las entidades financieras de otorgar créditos, y por otro, pueden subir la tasa de interés de los préstamos de los usuarios tradicionales del sector financiero.
Como tercer efecto, López aseguró que las inversiones forzosas reducen las utilidades y la rentabilidad de los establecimientos de crédito y de los bancos. Esto, en un contexto en el que 11 bancos tienen utilidades en rojo, no representa un buen panorama para recuperar esa estabilidad en las entidades bancarias.
“En Colombia quedó documentado que esto también estuvo acompañado de una reducción en las tasas de interés que los bancos pagan a los ahorradores como consecuencia de esa reducción en la utilidad”, agregó López.
Por su parte el senador Miguel Uribe se apartó de esta propuesta del gobierno y dijo que no es posible utilizar los ahorros de los colombianos para esos efectos y que además con mucho esfuerzo los colombianos pagan sus impuestos.
Dijo que el gobierno no ha podido manejar los dineros derivados de impuestos “y que mucho menos lo hará con los ahorros de los colombianos.