Bogotá. News Press Service. La afluencia de miles de migrantes, en su mayoría haitianos, que buscan transporte hacia Estados Unidos está empujando a los habitantes en la ciudad de Necoclí –departamento de Antioquia-, al norte de Colombia, a abandonar sus viviendas, dijeron residentes, ya que los dueños prefieren a los extranjeros que pagan en dólares.
La acumulación de migrantes que esperan en la ciudad por los escasos cupos para transportarse en bote hacia las selvas del Tapón del Darién en Panamá -donde los traficantes guían a los grupos hacia el norte a pie-, aumentó a 19.000 después del levantamiento de los cierres fronterizos decretados por el COVID-19.
Aunque muchos migrantes con poco dinero duermen en carpas o en la playa de la ciudad, otros pueden alquilar habitaciones por días o compartir casas. Eso ha expulsado a decenas de residentes permanentes.
“Los dueños de la casa, sin mediar palabra, solamente dijeron: necesitamos que desocupen lo más rápido posible’”, dijo el profesor de danzas Yesid Puche, en diálogo con el NOTICIERO NACIONAL DIGITAL
“Desde la parte moral es un poco triste que la misma gente del pueblo donde uno se crio, le den la espalda por unos pesos”, sentenció
Alquilar a los migrantes es ventajoso, especialmente en medio de la depreciación de 11% que ha registrado el peso colombiano este año contra la moneda estadounidense.
“Todos los requerimientos básicos, la energía, el agua, tienen una cocina donde ellos pueden preparar su comida, ya que es muy diferente a la de nosotros, y tienen baño”, explicó Francisco Mejía, cuya familia alquila a migrantes a 6 dólares por persona.
Incluso el uso de las propiedades comerciales se está reorientando.
“Alrededor de 100 viviendas han sido quitadas a arrendatarios locales para darle a los haitianos y alrededor de 50 locales comerciales también se les ha quitado o se les ha terminado el contrato para arrendarle a los haitianos”, precisó el personero de Necoclí Wilfredo Menco.
Las agencias de Naciones Unidas solicitaron a los países que no expulsen a los haitianos sin evaluar sus necesidades y que ofrezcan medidas de protección para que permanezcan legalmente, luego de que Estados Unidos expulsó a unos 4.000 haitianos en las últimas semanas.