News Press Service
Por Manuel Alejandro Ardila Forero
Chile es quizá el país más discreto del Continente pero uno de los más respetados por su historia, su avance y su distinción con respecto a los demás países. Un pueblo que no olvida su pasado, que se proyecta hacia el futuro y que es consciente de las crisis y problemáticas sociales. Un pueblo que aun en el punto crítico de la pandemia, salió a las calles, exigió y vio resultados y hasta impulsó el referendo para modificar la constitución.
La sed de avanzar, de progresar y de hacer de Chile un mejor país viene desde la tiranía de Augusto Pinochet en 1973. El pueblo no ha sido traidor y recuerda a quienes ya no están, a los que en ese entonces estuvieron al frente y tampoco olvida que hay preguntas sin resolver y que todavía se habla de impunidad. Sin embargo, por lo menos sobre el papel, parece que Chile a partir de hoy tiene una nueva oportunidad de resurgimiento, de progreso.
Hoy asume como presidente de dicho país, Gabriel Boric, perteneciente al partido Convergencia Social quien obtuvo más del 55% de los votos a su favor. El nuevo mandatario recibe un Congreso dividido y con la minoría de la Nueva Alianza Oficialista a su favor, lo que ya representa un reto para poder llevar a cabo sus propuestas. A esto se suma justamente el plebiscito que deberá convocar para decidir si se mantiene o no la carta magna que dejó Pinochet.
Asimismo, el presidente Boric se enfrenta a un complicado panorama. El país y el mundo vienen experimentando la crisis económica que ha generado el confinamiento, las consecuencias que va dejando la tensión entre rusos y ucranianos, migración irregular, el conflicto histórico de tierras entre el Estado y el pueblo Mapuche y una crisis de credibilidad política luego del mandato de Sebastián Piñera, el cual fue un gobierno muy criticado por ampliar la desigualdad, malas decisiones durante las manifestaciones y el recorte de gasto público.
Por su parte, el nuevo presidente anhela avanzar en temas feministas, reducción de la desigualdad, aceleración económica, impulsar el Estado de Bienestar y lograr diálogos con los países cercanos para potenciar el avance de la región. Gabriel Boric tiene 36 años y está próximo a graduarse de Derecho en la Universidad de Chile; es el presidente más joven en toda la historia del país, lo cual genera dudas y expectativas. Sin embargo hay que tener presente que la experiencia se gana con el pasar de los días, pero los ideales de país y nación se forjan desde antes. Puerta abierta para otra metamorfosis en Chile. ¡Atenta, Sudamérica!