News Press Service
Por Horacio Gómez Aristizabal
Director Academia de Historia José María Córdova Muñoz
Presidente Academia Hispanoamericana de Ciencias y Letras
Viva Córdova canten por siempre,
Venezuela, Bolivia, Ecuador…
Que Perú y Colombia levanten
Un altar a su bravo adalid.
Boyacá, Chorros Blancos, Pichincha,
fulgurante su espacio brilló;
Indomable centauro en la lucha,
el laurel de la gloria encontró.
En la primera estrofa del himno al General de División José María Córdova, letra de Jaime Arismendy Díaz, se dimensiona el liderazgo del inmortal Héroe de Ayacucho, descripción perfecta de la integración de la Comunidad Andina de Naciones, proyectada hacia Centroamérica y el Caribe, síntesis geopolítica, aplicada a realidades del escritor, historiador e internacionalista Gerney Ríos González, presidente de la Academia de Historia José María Córdova Muñoz.
Lo más extraordinario de nuestros gigantescos próceres, fue su amor descomunal por Colombia, donde se estremece el mundo entero leyendo el canto de los insuperables poetas al elogiar con sinigual emoción lírica, a las figuras que mejor encarnaron su entrañable amor por la nación.
Los versos de Julio Arboleda, nadie, o muy pocos, están en capacidad de hacerlos mejor. Veamos: “Patria por ti sacrificarse deben bienes, fama y gloria, y dicha y padre; todo, aún los hijos, la mujer, la madre; y cuanto Dios en su bondad nos dé. Todo, porque eres más que todo, menos del señor Dios, la herencia justa y rica, hasta su honor el hombre sacrifica, por la patria y la patria por la fe”.
Y qué decir de ese inmenso valor que fue José Joaquín Casas cuando terminó el inmortal soneto a su terruño, así: “…patria, la vida que me diste toma, poco es morir por lo que se ama tanto”.
No sólo La Gran Colombia, el universo mundo se engrandeció con el don genial de Simón Bolívar. Muchos lo consideran superior a Napoleón con buenos argumentos. Empezando, Bolívar todo lo realizó para darle libertad a un continente, en cambio Napoleón utilizó su caudalosa energía, sometiendo a su soberanía y mando a multitud de pueblos y murió derrotado y preso en una isla. Contó con el poderío de la civilización francesa.
Bolívar se enfrentó al imperio político más grande del mundo en su momento y le arrebató a la corona española sus más valiosas joyas. De la nada, organizó un ejército temible. Luchó, no para esclavizar, sino para dar libertad. Subrayar que el Libertador contó con estrategas increíbles como fueron además de Antonio José Sucre, dos colosos granadinos, José María Córdova y Francisco de Paula Santander.
Santander le suministró a Bolívar durante siete años, hombres, armas, dinero y al reemplazarlo en la dirección del gobierno de La Gran Colombia, le dio confianza y seguridad para sus triunfos brillantísimos.
En Chorros Blancos el 12 de febrero de 1820, el Teniente Coronel José María Córdova Muñoz, aniquiló con sus tropas el ejército español, logrando la libertad de Antioquia y señalando la ruta victoriosa de Colombia.
Cincuenta y ocho meses después, en la batalla de mayor trascendencia, la que cerró el ciclo vital de la independencia de América, 9 de diciembre de 1824, fue el joven, promediando los cinco lustros de edad, José María Córdova, el que milagrosamente, con su prodigiosa cooperación aplastó a un ejército de doce mil hombres, como lo fue la fuerza militar española.
Tan sorprendente, desde siempre, el coraje y la actitud temeraria o casi suicida de José María Córdova Muñoz, que rápidamente se convirtió en hermosa leyenda, el talento de la guerra nació el 8 de septiembre de 1799 en Concepción, Antioquia. Siendo un niño de excepcional belleza varonil, se incorporó al ejército patriota, deslumbrando por su excelente coraje. El mismo Sucre lo citó y calificó de “Gran Héroe de Ayacucho”; afirmó con orgullo que casi todo lo logró este novel en otra batalla esencial como fue la del 7 de agosto en Boyacá. También estuvo en los Llanos con Santander y Bolívar estructurando el ejército de la nada, el mismo que destrozó el enorme poderío español.
Fue triste y muy dolorosa la parte final de este simbólico héroe. No faltaron algunos errores en las vidas grandiosas de estos dos gigantes: Bolívar y Córdova. El Libertador al pretender dar fuerza cesárea a su mando, suscitó rechazos de figuras conducidas por Córdova, quien con armas se reveló resueltamente. En 1829, el militar de infantería y político irlandés, Daniel Florencio O”Leary, apodado “El Cuarto Evangelista”, quiso someter a Córdova en lucha bastante desigual y le pidió al rebelde entregarse, pues jamás podía triunfar; el Héroe de Ayacucho, contestó: “Si es imposible vencer, no es imposible morir”. Así feneció este glorioso combatiente masacrado por un advenedizo.
Del guerrero valiente y leal, las mujeres decían que era un Apolo o Adonis, con todos los atributos físicos de una divinidad-deidad y que, ante tanta hermosura, muchas damas se rindieron. Enamoradísimo, prefirió la gloria al amor. En carta al General Santander, fechada en Turbaco el 20 de septiembre de 1820, Córdova plantea: “…le suplico que me manden siempre a las grandes campañas, de no ser así, a Antioquia mi provincia, libertada por mí. No crea usted que me distrae una mujer; Venus no teme nunca presentarse delante de Marte; primero es mi deber, primero es mi gloria. Adiós mi general; su subalterno muy amigo siempre, siempre”. Enfatizar en nuestro ambiente escolar y académico, el patriotismo de José María Córdova Muñoz.
El escritor y poeta Jorge Isaacs Ferrer en su inspiración del vilmente asesinado el 17 de octubre de 1829 en El Santuario, compuso el inmortal poema, La Tierra de Córdova:
¿De qué raza desciendes pueblo altivo, titán… rey de las selvas vírgenes y de los montes níveos, que tornas en vergeles imperios del cóndor?
¿De qué nación heroica tu grandeza en la sublime lid qué arrebató a verdugos la colombiana tierra?
¡Legión fueron tus gracos,
fue Córdova tu Cid!
Estirpe tú del Héroe de Ayacucho,
Digna estirpe de él,
has hecho de tus montes su templo y su sepulcro, al numen de tus glorias y a tus banderas fiel!…
Su sangre, que vierten asesinos…
Soberano te ungió,
Y óleo de libres llevan los hijos,
De tus hijos, morir puedes luchando; vivir esclavo, ¿no!”
Recordemos que en foro realizado en el Colegio Militar Patria por la Academia de Historia José María Córdova Muñoz, la Academia Hispanoamericana de Letras y Ciencias, la Academia de Historia Policarpa Salavarrieta Ríos y la Fundación Centro Andino de Estudios, el Embajador Extraordinario y Plenipotenciario de la República Popular de China en Colombia, Li Changhua, destacó: “Paso de Vencedores, resuena como grito de guerra triunfal en China, donde se considera a Córdova, un estratega universal”. De análoga manera se pronunció Noureddine Khalifa, Embajador del Reino de Marruecos. Asia, África y el mundo árabe. Loor a la memoria del General de División, auténtico colombiano.