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Por Ivette Leyva
Los autos eléctricos han llegado para quedarse: en una era de mayor conciencia sobre el cambio climático, es cada vez mayor la cantidad de vehículos de este tipo que circulan por nuestras calles, pero esta nueva tendencia representa numerosos desafíos para conductores y peatones.
Un informe reciente de la Agencia Internacional de Energía (AIE) indicó que aproximadamente 3 millones de autos eléctricos nuevos se registraron el año pasado en todo el mundo, una cantidad récord y además un aumento del 41% en comparación con 2019. La AIE espera que la cantidad de autos eléctricos, autobuses, camionetas y camiones pesados en las carreteras (esto no incluye vehículos eléctricos de dos y tres ruedas) alcance los 145 millones para 2030.
Pero las sociedades modernas aún no han implementado regulaciones para adaptarse a este cambio.
Además de tener cero emisiones en el tubo de escape, los vehículos eléctricos son mucho más silenciosos que los que funcionan con diésel y gasolina. La buena noticia es que casi no provocan contaminación acústica en las zonas urbanas, pero también representan un desafío potencial para las personas, sobre todo aquellas con problemas de visión.
Un desafío para muchos ciudadanos
«Para las personas ciegas o deficientes visuales, evaluar el tráfico puede ser realmente difícil», dijo a CNBC en una entrevista telefónica Zoe Courtney-Bodgener, oficial de políticas y campañas del Real Instituto Nacional de Personas Ciegas con sede en el Reino Unido.
«Si no siempre puedes usar la visión de manera confiable para detectar esos vehículos, entonces el sonido es aún más importante», continuó diciendo. «Y cuando el sonido no está allí, o no es lo suficientemente alto como para poder detectar esos vehículos de manera confiable, obviamente eso representa un peligro porque… no puede saber de manera confiable cuándo se acerca un vehículo».