
News Press Service
Por Elías Prieto Rojas
En cualquier actividad, fundamental que cada uno crea en su capacidad. Es apenas elemental. De ahí hacia delante, inevitable adquirir conocimiento, sabiduria, algo así como la habilidad para que con la práctica cada quien se convierta en maestro. Eso es: cuando usted sienta que está para dictar cátedra no se esconda vaya al frente y enseñe, pero decisivo, cerciórese… que antes haya dejado su última gota de sangre en la arena; y después que puedas servir de ejemplo… para que se convierta en autoridad. Y perdón en este momento por el tuteo; sólo que no puedo tratar a un ser humano con cierta confianza sino encuentro en él, preciso deseo vehemente de ser mejor; y perdón, pero qué pereza aliarse uno con perdedores; y eso pasa, en ocasiones, con los colombianos: nos dedicamos a defender y a ver lo que otros hacen y hasta reverenciamos en los extranjeros sus pasos y sus poses y sus mínimos caprichos… Y ¿yo qué? dice el bobo cuando a todos le invitan su almuerzo y al pobre individuo lo dejan con la boca abierta y el man con ganas de nutrirse. Pues Colombia vale plata y harta; no fue capaz de ganarle en fútbol a la Argentina y todo se debe a no creer en nuestra capacidad; y así seguiremos; pero el día cuando el nacional sienta en sus venas el arrojo y la osadía y el ímpetu y la vehemencia y la confianza en sí mismos, entonces la camiseta amarilla, azul y roja tendrá aire y se elevará a límites insospechados; ese día seremos ganadores para siempre.Me acuerdo ahora de un hermoso cuento de Ernesto Hemingway. Un indigente traza un círculo en la tierra. Suelo y barro que le pertenecen. Como a todos en su patria. Pero cuando el policía le exige desalojo, el marginado con petulancia y desafiándolo le ladra que él también tiene derecho y que esa porción de tierra también le pertenece a él. Y que esa es su casa Y no se arredra. Y conmina y exige y no se siente menos. Y cuando el verde le dice que un carro lo recogerá por desafiar a la autoridad… ja! el indigente agradece: ¡y que vengan por mi y en coche!… así debemos actuar; Colombia es una reserva moral y si todos los nativos hemos sufrido, como muchos otros sobre el planeta, por favor, es clave sacar pecho e inflar los pulmones de aire y decirle, eso sí, entre algodones a los extranjeros, incluido a los argentinos y a quien sea, sin faltarles al respeto: «Conmigo tenga cuidado, no se equivoque, porque al colombiano se le mata y no se le humilla»…
2 de febrero de 2022