News Press Service
FMI
Michael Keen y Joel Slemrod
Princeton University Press, Princeton, Nueva Jersey, 2021
La historia fiscal se asemeja al almacén de la escena final de la película En busca del arca perdida: un revoltijo enorme y mal iluminado de cajas sin etiquetas, una de las cuales puede estar ocultando la respuesta a todos los problemas fiscales del mundo. Este nuevo libro de dos destacados analistas tributarios enciende las luces, organiza muchos de los recuadros de una manera esclarecedora y presenta los resultados con un estilo y estilo que hacen que el tema no solo sea comprensible, sino que esto puede sorprender a muchos. —En realidad es divertido de leer. Es posible que los autores no hayan encontrado la respuesta, pero incluso el lector más experimentado puede aprender algo de este libro animado e informativo.
Este es un hallazgo poco común que puede y debe ser leído y disfrutado no solo por expertos sino también por cualquier persona que haya tenido preguntas sobre impuestos. Como demuestran Michael Keen (del FMI) y Joel Slemrod (Universidad de Michigan), “los impuestos somos nosotros” en el sentido de que en todas partes y siempre, cambian y se desarrollan con los tiempos.
Aunque las prácticas fiscales de los países suelen estar más determinadas por preocupaciones específicas e inmediatas que por motivos superiores, la historia fiscal ofrece, no obstante, algo de sabiduría y muestra algunas locuras que debemos evitar.
Cada capítulo es una buena lectura para todos y vale la pena al menos un vistazo incluso para los más entendidos. El capítulo 2, por ejemplo, es una impresionante revisión de la historia de los impuestos, que se remonta al antiguo Egipto, China y Grecia. El título del capítulo 4, “Suficientemente justo”, cuenta la historia de lo que se trata la equidad fiscal. La discusión sobre quién paga realmente los impuestos en el Capítulo 7, «Stick or Shift», otro título maravilloso, demuestra que los analistas tributarios pueden haber aprendido mucho sobre la economía tributaria, pero aún se quedan cortos en lo que respecta a las implicaciones políticas de su trabajo. El Capítulo 12 (con otro gran título: “Vlad el Empalador y el delicado arte de la recaudación de impuestos”) es una excelente introducción al importante y aún indebidamente descuidado tema de la administración tributaria.
Por último, el Capítulo 11 es una revisión magistral, si no tan fácil de leer, de la dimensión internacional de los impuestos. El capítulo concluye que los problemas en esta área solo pueden resolverse si los países «… ponen en común y ejercen la soberanía colectiva que aún poseen». Los autores vuelven a este tema en el capítulo final, sugiriendo que muchos problemas fiscales actuales sólo pueden resolverse mediante una «cooperación internacional más profunda». Soy menos optimista sobre el resultado de las discusiones internacionales en curso sobre tributación de lo que parecen ser los autores. Pero defienden su punto de vista con fuerza, y en esto, como en todos los aspectos, el libro es una lectura excelente.