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Por Elías Prieto Rojas
No es demasiado difícil ni contiene acertijos imposibles descubrir la felicidad. Con seguridad tiene que ver con el amor como epicentro de las relaciones humanas. Nada más saber lo que necesita un ser humano. Es protección, buen trato, comprensión, ternura y por supuesto que solidaridad. De ahí hacia delante no se necesitan elucubraciones ni hipotenusas ni senos ni cocemos, es simple y llanamente entender qué nos necesitamos unos a los otros. Y en cuanto que cuidemos las relaciones humanas en lo referente a rechazar las críticas despiadadas y también propiciar maneras para desarrollar diálogos más humanistas donde la paz signifique compromiso en aras de rescatar la idiosincrasia de los pueblos, respeto a sus culturas, y satisfacción de sus necesidades, he ahí lo simple del descubrimiento. Caso contrario la tozudez y la arrogancia que mantienen niveles altos de destrucción. Por ahora, los escritores podemos desarrollar historias y narrativas que ayuden a la higiene mental y que eviten medicinas tóxicas como quiera que la apología de la guerra y el morbo en la descripción de situaciones degradantes (asesinatos, corrupción, etcétera) no pueden servir para hallar medicinas naturales. Por eso es mejor la lucidez, comprensión y el buen pensar que son los únicos artífices contra la mentira y la desazón. Buscarle tres patas al gato es a todas luces imposible, pero conocer realmente lo qué necesitamos como especie humana debe ser sencilla la respuesta. Debo remitirlos al libro sagrado. Allí encontraremos la definición más sabía sobre el amor…
Lunes 12 de junio, 2023.