

Bogotá, abril de 2025. News Press Service. A partir de este sábado 12 de abril, a las 8:00 a. m., se levanta oficialmente la medida de racionamiento de agua potable en Bogotá y 11 municipios de Cundinamarca, que durante el último año enfrentaron una de las crisis hídricas más duras de la última década.
El sistema Chingaza, principal fuente de abastecimiento para la región, registra hoy niveles de almacenamiento que superan los alcanzados en años como 2019 y se acercan a los históricos de 2007. La recuperación se logró gracias a una combinación de decisiones técnicas y a una ciudadanía que adoptó hábitos responsables de consumo.
“Bienvenido el levantamiento de la medida de racionamiento que, desde hace un año, la Empresa de Acueducto de Bogotá adoptó, impactando directamente a 11 municipios que se surten del agua que le compran en bloque a la ciudad”, expresó el gobernador Jorge Rey. “Ahora, el reto es otro: no podemos bajar la guardia”, añadió.
Durante la contingencia, Cundinamarca asumió una postura activa.
La Gobernación impulsó la protección de más de 28.000 hectáreas en zonas estratégicas, fortaleció los acuerdos de conservación y avanzó con el programa Agua a la Vereda, que conectará a más de 800 acueductos rurales.

Además, promovió el Acueducto Regional de Sabana Centro como una alternativa estructural para reducir la dependencia del agua en bloque suministrada por Bogotá.
“Esta coyuntura puso sobre la mesa, con toda su crudeza, los efectos reales del cambio climático”, afirmó Rey. “Nos obligó a acelerar decisiones que antes se tomaban tímidamente: la compra de predios de interés ambiental, el pago por servicios ecosistémicos, acciones de restauración y la reconversión productiva de áreas estratégicas”.
La crisis también impulsó una agenda necesaria: uso eficiente del recurso, identificación de fuentes complementarias como aguas subterráneas y lluvias, y el desarrollo normativo que permita incorporar el reúso de aguas grises en sectores industriales.
Para el mandatario departamental, el agua debe ser el eje de la planificación territorial: “Debemos ordenar el territorio con base en su capacidad hídrica y en la infraestructura verde y azul que logremos implementar. No hay sostenibilidad sin agua, y no hay desarrollo posible sin sostenibilidad”.
Con el anuncio del levantamiento del racionamiento, inicia una nueva etapa para la región. “Tenemos ahora una extrema urgencia pedagógica: sensibilizar a todos los grupos poblacionales sobre el uso racional del agua. Esta debe ser una causa común, que nos convoque desde el aula hasta el hogar, desde las decisiones empresariales hasta las políticas públicas”, concluyó el gobernador.
El suministro vuelve a la normalidad, pero la cultura del agua apenas empieza a construirse. Porque, como nos enseñó la sequía de 2024, el agua no es infinita. Y cuidarla no es una opción: es una responsabilidad compartida.