

Bogotá, junio de 2025. News Press Service. Un sismo de magnitud 6,5 sacudió a Colombia en horas de la mañana, generando preocupación entre sus habitantes y las autoridades.
De acuerdo con el Servicio Geológico Colombiano, el temblor ocurrió a las 8:08 a.m., con epicentro en el municipio de Paratebueno, Cundinamarca, a una profundidad superficial menor a 30 kilómetros.
Esta característica explica la intensa percepción del movimiento en lugares como Bogotá y otras regiones cercanas.
Las coordenadas proporcionadas, el epicentro estuvo ubicado en la latitud 4.36° y longitud -73.26°.
El evento provocó la reacción inmediata de las autoridades locales y nacionales dedicadas a la gestión del riesgo, movilizándolas a evaluar los posibles daños en infraestructuras y a monitorear áreas de alto riesgo.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, comunicó a través de su cuenta en X que “todos los organismos de emergencia de Bogotá están activados”, destacando la necesidad de un barrido en todas las localidades para evaluar las afectaciones. Galán instó a los ciudadanos a reportar novedades a la línea de emergencia 123.
El municipio de Paratebueno, a 7 kilómetros del epicentro, junto con Medina y Restrepo (Meta), fueron rápidamente identificados como áreas cercanas donde el sismo pudo sentirse con mayor intensidad.
La Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) está trabajando junto con el Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (SNGRD) y los consejos municipales y departamentales para verificar daños y coordinar las acciones necesarias.
La repercusión del sismo se extendió más allá de Cundinamarca. En redes sociales, habitantes de Santander, Medellín, y otras partes del interior reportaron la fuerte sensación del movimiento.
Entretanto, el Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia confirmó que fue sentido en varios municipios del departamento, aunque, afortunadamente, no se han reportado novedades significativas por parte de los coordinadores locales.
La magnitud del sismo, que en este caso alcanzó 6.5, mide la cantidad de energía liberada.
Para dar una idea de la magnitud, un temblor de este nivel libera aproximadamente 32 veces más energía que uno de magnitud 5, situándolo dentro de los eventos clasificados como fuertes por su capacidad de causar daños estructurales y alterar la vida de las personas en un radio considerable.