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Por Elías Prieto Rojas
Me detuve un rato en alguna de las redes sociales, diría que, en la más popular, e intente informarme y profundizar un poco sobre la actualidad y fue pírrico lo que hallé; o mejor, no me sentí halagado ni satisfecho para nada con sus diversas notas; creo destacar que perdí mi tiempo. En algún momento -ahora lo recuerdo- la frustración y el desencanto y la infoxicación se apoderaron de mí.
Al salir de la conexión, desesperado me encontré y hasta deprimido; asustado de tanto bombardeo inútil. Y saben cuándo recuperé la calma. En el instante preciso cuando decidí ser yo mismo. Es ahí el mensaje que deseo aportar. No depender de nadie y menos ser objeto; no deseo ser manipulado, ni encontrarme en la difícil posición de ser adicto.
Mejor, quiero pensar, escribir, leer, crear y dedicar mi tiempo en conocer acerca de mi compromiso con la vida: dormir, descansar, escuchar música, hablar con mis amigos; caminar, observar con agudeza lo que pasa ante mis ojos y por sobretodo disfrutar, ser agradecido con el creador.
Lo demás, puede esperar… (¿Y saben qué he descubierto aún más en este momento?): mi corazón late tranquilo, sin afanes, mi mente reposa confiada, todo indica que se halla descansando; nada me perturba, me siento pleno y absolutamente dispuesto… Hasta mañana.
Enero 6 de 2025.
