News Press Service
Por Mayor Adolfo León Donado Muñoz
Presidente Asociación Internacional de Lanceros
INTERLANZA
A principios de marzo de 1975 comenzó a rodar la locomotora N. 89, marca Skoda de origen checoslovaco, perteneciente a los Ferrocarriles Nacionales FNC; partía de la Estación Paradero de Usaquén con rumbo a la Estación del Ferrocarril en Girardot, jalonando 14 vagones, en su interior 560 militares integrantes de la Escuela de Infantería-Batallón de Bachilleres Miguel Antonio Caro.
El tren fue abordado a las 7 de la mañana por 480 soldados bachilleres provenientes de los mejores colegios académicos de Colombia, 60 suboficiales y 20 oficiales, con paradas en las estaciones de Mosquera, Facatativá, Apulo, hasta llegar a Girardot, epicentro logístico de la época, cuando el reloj marcaba las 2 y 22 minutos de la tarde.
En el séptimo vagón del tren tomaba nota de los acontecimientos, el novel escritor y periodista Gerney Ríos González, con el fin de publicar sus artículos en el periódico ECOS DEL MAC, del cual era director, con un consejo editorial admirable integrado por los señores generales Álvaro Valencia Tovar, comandante del Ejército y Gabriel Puyana García, comandante de la Brigada de Institutos Militares; el señor coronel Nelson Mejía Henao, los tenientes coroneles Valentín Jiménez Carvajal y Jaime de Jesús Gómez Martínez, los mayores Ramón Eduardo Niebles Uscatégui y Álvaro Germán Castro García, con un tiraje de 7000 ejemplares
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En el baúl de mis recuerdos encontré las ediciones 2, 3 y 4 del tabloide Ecos del Mac con crónicas del soldado Rios González, integrante de la primera escuadra, cuarto pelotón de la compañía B, quien se encontraba bajo mi mando directo, con 16 años de edad.
En la segunda edición, mes de abril de 1975 del histórico periódico fundado en 1953, leí una nota titulada a seis columnas, Trenes en Cuidados Intensivos, donde Gerney Ríos sostenía “este será uno de los últimos viajes en los cuales tendré el privilegio de montar en tren, con un entorno lleno de paisajes y diversidad de animales. Los intereses de unos pocos destruirán, lo construido y Colombia será una de las cinco naciones, sin empresas ferroviarias”.
“La simbología quedará para el recuerdo, el recorrido nos enseña la integración de tres causas diferentes, el triángulo ferroviario por excelencia que desaparecerá por intereses mezquinos y corrupción transnacional, el Ferrocarril de la Sabana y el Ferrocarril de Girardot, con el ferrocarril de Cundinamarca, punto de encuentro Facatativá”, anotaba Ríos González.
Especificaba el ancho de vía de 914 mm, trocha ancha, con un desnivel de 326 a 2600 msnm, ruta inaugurada en 1910 y en proceso de fenecimiento en 1975, además con trazados, distancias y paradas del Ferrocarril de Girardot a Facatativá:
Girardot- km 0, La Virginia-km 15, Tocaima-km 28, Portillo-km 32, Juntas-Apulo- km39; Anapoima-km 51, San Joaquín-km 59, San Javier-La Mesa-km 72, El Hospicio-La Gran Vía-km 77, La Esperanza-km 83, Cachipay-km 90, Anolaima-km 95, Zipacón-km 117, y Facatativá-km 132.
Además, detallaba los espacios entre paradas del tren, partiendo de la Estación de La Sabana, ubicada en la calle 13 con carrera 19 en dirección a Facatativá:
Estación de La Sabana, kilómetro 0
Estación Paradero, kilómetro 2
Estación Puente Aranda, terminal de carga, kilómetro 5
Estación Fontibón, kilómetro 10
Estación Engativá, kilómetro 13
Estación Paradero La Floresta, kilómetro 16
Estación Funza, destruida en su totalidad, kilómetro 18
Estación Mosquera, kilómetro 22
Estación Madrid, kilómetro 26
Estación El Corzo, kilómetro 33
Estación Paradero Los micos, kilómetro 39
Estación Facatativá, kilómetro 40
En la tercera edición del periódico Ecos del Mac, publicada en el mes de junio de 1975, Gerney Ríos, proponía la integración de los ferrocarriles de La Sabana y Cundinamarca, La Dorada y el Tolima, con el objetivo de conectar a Bogotá, con Facatativá, Honda, Mariquita, Armero y Ambalema, potencias agrícolas y ganaderas.
“El recorrido vincularía a Bogotá, Mosquera, Madrid, Alto de La tribuna en Facatativá, Estación de los Alpes, Albán, La Frontera, Sasaima, Namay, Sanmiguel, Mave, Bagazal, Villeta, Tobia, Útica, Guadero, Dindal, Córdoba, Cambras, Colorados y Puerto Salgar, donde conectaba con el F.C de La Dorada, rumbo a Honda, Mariquita, San Felipe, Guayabal, Armero y Ambalema, caminos con carriles de hierro paralelos construidos.
El Ferrocarril de La Sabana y Cundinamarca, iniciado en 1889, edificado con el fin de conectar a Bogotá con el Rio Magdalena en las inmediaciones del eje Puerto Salgar- Cundinamarca, La Dorada-Caldas y Honda-Tolima, levantado por los ingenieros colombianos, Indalecio Liévano (1833-1913) y Juan Nepomuceno González Vásquez (1839-1910), adoptaron en 1865 la ruta trazada por el francés Antoine Poncet en 1848.
Iniciadas las obras férreas en 1882, el tren ocho años después, arribó a Facatativá en 1889. La Compañía del Ferrocarril de Cundinamarca, fundada con el fin de unir a Bogotá y el bajo Magdalena, operación finalizada en 1925, año en el cual se determinó enlazarlo con el Ferrocarril de Girardot, por lo que se tomó la decisión de estrechar el Ferrocarril de la Sabana y Cundinamarca, con prolongación a Puerto Salgar en 1936, comunicándolo con el FC de La Dorada y Honda. En 1953 se integraría a la División Central de los Ferrocarriles Nacionales”, anotaba Ríos González.
En junio de 1995, la Inspección de Estudios de la Escuela de Infantería, liderada por los señores mayores Ramón Niebles Uscategui y Álvaro Germán Castro García, constituyeron el Centro de Estudios José María Córdoba Muñoz y designaron al soldado Gerney Ríos González, su coordinador con el fin de estudiar los temas de infraestructura y entomología especializada en lepidopterología. Participaron algunos oficiales que realizaban cursos de ascenso a capitán y mayor. Además, fueron vinculados el teniente de la reserva Gustavo Pérez Ángel, egresado del Batallón MAC en 1956, economista grancolombiano y el ingeniero civil Darío Rafael Londoño Gómez, expertos ferroviarios.
Gustavo Pérez, Gerney Ríos y los tenientes del arma de ingenieros Rafael Ruiz Navarro y Jaime Gálvez Linares, constituyeron un equipo de trabajo y presentaron documentados trabajos a la Inspección de Estudios de la Escuela de Infantería, sobre los ferrocarriles de Panamá, Girardot, La Sabana, Cundinamarca, trenes del Sur, del Norte, del Occidente, Pacífico, Antioquia, Caldas, Nariño, Tolima, Atlántico, Bolívar, Cartagena, Santa Marta, Cúcuta, La Dorada, los cables Aéreos y la ruta férrea La Dorada, Honda, Mariquita, Armero, Ambalema, Girardot-Flandes y El Espinal.
Posteriormente, Gerney Ríos González, Gustavo Pérez Ángel, Darío Londoño Gómez, Benjamín Losada Posada, un colectivo de periodistas, las cámaras de comercio del Tolima, algunas cajas de compensación e importantes centros de pensamiento, establecieron la Cátedra “Trenes en Acción”, con el fin de generar conciencia y presentar documentos con la premisa “Verba Volan Scripta Manent”. Ríos de 1974 a 2023, ha escrito 222 artículos en extenso que han servido de referencia en distintos foros, seminarios, congresos, textos y medios de comunicación, con la enseña, los Ferrocarriles, causa de una Nación.