Bogotá, octubre de 2023. News Press Service. Las empresas en Colombia han surgido a través del tiempo de la nada, en su gran mayoría. Solo las ganas de trabajar para obtener ingresos es lo que ha conducido a muchas personas arriesgarse y comenzar, así, para adelante como abriendo camino en medio de la gran selva, superando todos los obstáculos.
Ejemplo de este comportamiento de superación lo encontramos en el municipio de Soacha, cuando, ya un lejano año de 1989, un grupo de emprendedores, ellos sí, emprendedores, se organizó para transportar personas desde Bogotá, y viceversa, hasta el municipio se Soacha por la Autopista Sur, en un recorrido de más o menos 5 kilómetros.
Conformaron una Cooperativa de Transporte que llamaron Cootranscompartir, nombre que se origina en el nombre de ese barrio de Soacha, pues la mayoría de “transportadores” habitaban allí, y con muchas ganas comenzaron a trabajar, utilizando vehículos de todas las marcas, con salida desde el puente del barrio Venecia en Bogotá, hasta Compartir en Soacha.
Todos eran “piratas”, y con muchas argucias capotearon la situación con la policía, pero después de un tiempo, gracias a su tenacidad, se legalizaron ante las autoridades, se organizaron como empresa de economía solidaria y modernizaron su parque automotor.
La sede administrativa al comienzo funcionó en una oficina tomada en arriendo, en la casa de una señora, allí atendía el gerente, Francisco Caicedo, con su secretaria, pero los despachadores se ubicaron en el puente de Venecia y en Compartir, en Soacha.
La jornada se iniciaba a las cinco hasta las ocho de la mañana y en la tarde, desde las cinco horas hasta la una o dos de la madrugada, dependía del número de pasajeros.
La evolución prosiguió, se organizaron como Cooperativa, eligieron directivas, Consejo de Administración, Junta de Vigilancia y gerente. Ya había obligaciones como empresa, es decir atención con el régimen que para esos efectos existe en cuanto a una compañía de transporte de pasajeros.
A Cootranscompartir, como la gran mayoría, llegó un joven, William Henry Vásquez, con todos los deseos de trabajar, y se unió al grupo, pronto hizo parte de las directivas y en coordinación con el gerente, Francisco Caicedo, le dieron forma a la cooperativa transportadora.
Ahora 34 años después, podemos contar que son muchas las familias y personas que hallaron allí fuente de empleo y bienestar económico y social, pero con las vicisitudes que no faltan, pues las circunstancias han cambiado y las busetas de Cootranscompartir corren el riesgo de no volver a Bogotá por los cambios en el Sistema Integrado de Transporte de la capital de la república.