

Por Carlos Villota Santacruz
Bogotá, mayo de 2025. News Press Service. En un mundo donde la vida puede cambiar en un instante, Valentina Angione, una joven de Barranquilla, nos muestra que la verdadera fuerza no se mide en músculos, sino en el corazón. Con solo [edad] años, Valentina ha enfrentado un desafío que pocos podrían imaginar: un cáncer de lengua.
La noticia llegó como un golpe inesperado. Valentina, una joven llena de vida y sueños, se enfrentó a la dura realidad de una enfermedad que amenazaba con cambiar su vida para siempre. Pero Valentina no se rindió. Con una determinación y una valentía que inspira, decidió enfrentar el cáncer con una sonrisa y una actitud positiva.
«Me diagnosticaron cáncer de lengua y mi mundo se derrumbó», recordó Valentina en una entrevista con el programa «En Primer Plano» de Sabana Centro. «Pero decidí no dejar que la enfermedad me definiera. Quería demostrar que soy más fuerte que el cáncer».

Valentina se sometió a un tratamiento intenso que incluyó quimioterapia y radioterapia en el Centro Nacional de Cancerología de Colombia. Fueron meses de lucha, de dolor y de incertidumbre. Pero también fueron meses de crecimiento, de aprendizaje y de fortalecimiento. A través de su experiencia, Valentina descubrió la importancia de la familia, los amigos y la fe.
«Mi familia ha sido mi roca», dijo Valentina con lágrimas en los ojos. «Sin ellos, no habría podido superar esta prueba. Me han apoyado en cada paso del camino y me han enseñado a no rendirme. Les estoy eternamente agradecida por su amor y apoyo incondicional».
Valentina también expresó su gratitud al Centro Nacional de Cancerología de Colombia, donde recibió tratamiento. «Quiero agradecer al equipo médico y de enfermería del Centro Nacional de Cancerología por su dedicación y profesionalismo. Su cuidado y apoyo fueron fundamentales en mi recuperación».
Hoy en día, Valentina es una sobreviviente de cáncer. Su historia es un testimonio de la fuerza humana y de la capacidad de superar adversidades. Su lucha no ha sido en vano, ya que ha inspirado a muchos con su valentía y determinación.

«Quiero que mi historia sirva de inspiración para otros», dijo Valentina con una sonrisa. «No importa lo que estés pasando, siempre hay esperanza. No te rindas, lucha con todas tus fuerzas y nunca pierdas la fe».
Pero Valentina no solo ha superado su enfermedad, sino que también ha encontrado una nueva pasión y propósito en la vida. «Quiero ser médica», dijo con determinación. «Quiero ayudar a otros que están pasando por lo mismo que yo pasé. Quiero ser un apoyo para ellos y mostrarles que hay vida después del cáncer».
Y ya ha dado un paso importante hacia su sueño. «Ya fui aceptada en la universidad para estudiar medicina», dijo con una sonrisa de oreja a oreja. «Estoy emocionada de empezar esta nueva etapa de mi vida y de poder ayudar a otros en el futuro».

La historia de Valentina Angione es un recordatorio de que la vida es preciosa y que cada día es un regalo. Su lucha y su victoria nos inspiran a todos a valorar la vida y a enfrentar nuestros desafíos con valentía y determinación. Valentina es un ejemplo de que, incluso en los momentos más difíciles, hay siempre una luz al final del túnel.