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El Colombiano
En su tercer intento por llegar a la Casa de Nariño, y en medio de sus insistentes críticas a la Registraduría, el exalcalde de Bogotá se convirtió en presidente y lo logró adoptando un discurso enfocado en la lucha contra la desigualdad y prometiendo reformar la administración pública.
El ahora presidente electo, quien se lanzó por el Pacto Histórico, llegó al poder tras convertirse –en los últimos 4 años en el Senado– en el líder del bloque de oposición al gobierno de Iván Duque, y se convirtió así en el primer mandatario de izquierda en toda la historia de Colombia y en el exmilitante de la extinta guerrilla del M-19 que más lejos ha llegado en política electoral. Además, a su lado estará la primera vicepresidenta afrodescendiente que tendrá país: Francia Márquez (ver Nota anexa).
En su primer pronunciamiento oficial, desde el Movistar Arena, en Bogotá, Petro aseguró que su gobierno le apostará a la reconciliación nacional, dejó claro que dialogará con su derrotado rival y pidió que la Procuraduría levante las suspensiones a los alcaldes que habrían participado en política y a la Fiscalía dejar libres a los miembros de la ‘Primera Línea’ capturados en los últimos días, y esta se convirtió en su primera polémica.
Tras la petición, el fiscal General, Francisco Barbosa, respondió que Petro no tiene competencia en el tema. “Si el presidente electo quiere buscar la liberación de jóvenes que cometieron delitos, debe pedirle al Congreso que cambie la ley y no al fiscal”, señaló Barbosa.
En cuanto a la búsqueda por la reconciliación, Petro planteó que “haremos un gran acuerdo nacional. Los más de 10 millones de votantes de Rodolfo Hernández son bienvenidos en este gobierno y él puede dialogar. No utilizaremos este poder en función de destruir a los oponentes”, apuntó.“
En medio de la agudizada polarización que dejaron estos comicios, Duque envió un mensaje de tranquilidad y, después de llamar al presidente electo para felicitarlo por su triunfo, dejó claro que se hará una transición de poder “armónica, institucional y transparente”. Incluso, el expresidente Álvaro Uribe –férreo opositor de Petro– hizo un llamado a acatar los resultados y planteó en sus redes que “para defender la democracia es menester acatarla”.
Así se ganó la Presidencia
El camino de Petro para llegar a la Casa de Nariño fue largo. Después de acogerse a un proceso de paz y llegar al Congreso en 1991, se ha mantenido activo –casi de forma ininterrumpida– por 30 años en el escenario político nacional, y después de dos intentos fallidos (en 2010 y 2018) alcanzó una votación sin precedentes y derrotó a un candidato que también se alejó de los partidos tradicionales y que adoptó un discurso anticorrupción.
A pesar de que ha sido un crítico permanente del sistema, el presidente electo ha participado en los últimos 30 años en él y en las elecciones que concluyeron mantuvo entre su discurso esas críticas y le agregó desconfianza sobre el proceso electoral, pues insistió hasta el último minuto en una posibilidad de fraude, pero esa desistió de esa estrategia al salir victorioso.
Además de ese discurso de desconfianza, al que las instituciones respondieron que había garantías, Petro acogió diversas luchas sociales como suyas para perfilarse como el candidato de “los nadie”, y prometió estando al mando del Ejecutivo que buscará reformas en materia fiscal, laboral, pensional, de salud y educación, para reducir la pobreza y la desigualdad en el país.
Estas promesas las recapituló en su primer discurso como presidente electo, en el que además de hablar de reconciliación a través de un “gran acuerdo nacional”, reiteró que hará reformas en materia económicas en favor de los más necesitados. Y también reiteró que no expropiará. “Venían gritándonos una y otra vez que íbamos a expropiar y a destruir la propiedad privada, pues bien les digo: vamos a desarrollar el capitalismo”, dijo.
Además, insistió en su plan de transición de la extracción petrolera –principal fuente de ingresos de la Nación– hacia energías limpias. En ese sentido hizo un llamado a los mandatarios latinoamericanos para “sentarse a dialogar a todos los gobiernos de América para hablar de la transición energética”.
Tras los comicios, Petro aseguró que tendrá una apuesta por unir al país, en medio de la aguda polarización, llamado que también hicieron el Gobierno Nacional y la Iglesia Católica.P
Los cuatro ejes clave del discurso del presidente electo
Pidió libertad para la primera línea
“Cuánta gente que está presa en estos momentos, cuántos jóvenes encadenados, esposados, tratados como bandoleros, simplemente porque tenían esperanza y amor. Yo le solicito al Fiscal General de la Nación que libere a nuestra juventud, liberen a los jóvenes”. En su discurso, Petro sugirió a Francisco Barbosa dejar libres a los integrantes de la ‘Primera Línea’. El fiscal le contestó: “Si el presidente electo quiere buscar la liberación de jóvenes que cometieron delitos, debe pedirle al Congreso que cambie la ley y no al fiscal”.
En su programa sí habrá capitalismo
“Vamos a desarrollar el capitalismo en Colombia, no porque lo adoremos, sino porque tenemos, primero, que superar la premodernidad en Colombia, el feudalismo y los nuevos esclavismos”. Con estas palabras, Petro aludió al proyecto de economía que desarrollará en los cuatro años de su gobierno y que enfocará en construir una economía fuerte y productiva pero alejada de la dependencia del carbón, el petróleo y el gas y centrada en producción agrícola y una mejor redistribución de recursos económicos.
Le abrió las puertas a la oposición
“No vamos a usar este poder en función de destruir a los oponentes. La oposición bajo los liderazgos que quiera, sea el de Álvaro Uribe, Federico Gutiérrez o Rodolfo Hernández, será bienvenida en la Casa de Nariño”. Con este mensaje, Petro expuso que después de posesionarse estará dispuesto a buscar un “gran diálogo nacional” que incluya a las diferentes corrientes políticas en aras de apostarle a la reconciliación, después de una contienda electoral que agudizó la polarización en Colombia.
Pidió ampliar el diálogo en América
“Después de esta elección buscaremos estableceré un diálogo en las Américas. Proponemos un diálogo sin exclusiones de ningún pueblo, sin ninguna nación”. Este fue el llamado con el que el presidente electo le pidió particularmente Estados Unidos incluir a las diferentes naciones del continente en un diálogo en búsqueda de acuerdos por la transición energética y la lucha contra el cambio climático. Aunque no lo mencionó, denota voluntad política por incluir a Venezuela y Nicaragua.