News Press Service
Por Ximena Martínez León
Experta en sicología sistémica, publicista y escritora.
Autora del libro Mil Vidas Antes de Morir
Líder del siglo XX en Colombia por la revista Estado & Política
«A un hombre o una mujer, la ropa se la puede quitar cualquiera. Pero desnudar el alma, es una fortuna. Es una poesía»
Desde la sicología sistémica puedo decir que miles de personas, a lo largo de su vida, no alcanzan a llegar a ese estadio. La razón, no encuentran en el camino quién le desnude el alma. «Solo conoce la desnudes de su cuerpo por alguien que le mintió, le traicionó e incluso violentó su dignidad.
El amor no se ruega. Se brinda desde el sentimiento, la espontaneidad y el diálogo.
Estamos hechos a imagen de Dios. Cuando comprendemos el valor del hermoso milagro de la vida, entendemos que el amor verdadero nace desde el corazón. Desde las virtudes y los defectos. «Es entonces, cuando nace un canal de armonía y luz».
Una pareja sana, son las que saben que no son perfectos. Que no basan el amor en la sexualidad. Le dan la sexualidad el «secreto» de la complementariedad.
Estar en pareja, es tener la sabiduría de asumir el proceso de construir la «segunda juventud». Antes de hablar sobre el amor, desde el «Yo interior», debemos preguntarnos, si hemos desnudado el alma, sin quitarnos la ropa.
Saben, muy pocas veces sucede en la vida de una persona. En el diálogo y terapia con mis pacientes, he encontrado que muchos de ellos, no conocen las dos palabras: «desnudar el alma».
En la etapa de sanación. En la apertura del reconocimiento que todos fallamos en la construcción de pareja, surge el «milagro» de encuentro con un escenario desconocido.
«Solo, se vive una vez. Sin, el encuentro con el verdadero amor, se muere muchas veces. Cuando el arquitecto del universo, -Dios- pite que llegó la hora de partir del plano físico, ya no tendremos tiempo para la vida. No hay prórroga.
Si, sabes jugar en pareja, desde la honestidad. Con abrazos y lágrimas, podrás tener la oportunidad de observar como el alma se desnuda.
Será un gol eterno…que jamás olvidarás