
La Regla Fiscal, creada en Colombia en 2011, busca que el país no gaste más de lo que puede pagar, garantizando así finanzas públicas responsables y sostenibles en el largo plazo.
Este instrumento está definido como un límite al balance estructural del Gobierno Nacional Central, que permite ajustar por factores como los ciclos económico y petrolero, promoviendo una política fiscal contra cíclica: ahorrar en épocas de bonanza y responder con gasto en tiempos de crisis.
Además, la Regla Fiscal establece un ancla de deuda del 55% del PIB y un límite máximo de 71%, buscando garantizar la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
Incumplir la regla deteriora la credibilidad del país, encarece el endeudamiento y afecta directamente a los ciudadanos a través de más inflación, tasas de interés altas y menor inversión social.

Bogotá, junio de 2025. News Press Service. Cuando el Gobierno gasta más de lo que recibe, debe endeudarse. Esto no es malo si se hace con responsabilidad, pero si esa deuda crece sin control, el país pierde credibilidad ante inversionistas y organismos internacionales. Esto se traduce en préstamos más caros, menos inversión extranjera y, eventualmente, en menos recursos disponibles para sectores clave.
Para evitar lo anterior, en 2011 se aprobó la Regla Fiscal, una norma definida como un límite al balance estructural del Gobierno que, a su vez, controla el crecimiento de la deuda pública.
Es decir, busca que el país no gaste más de lo que puede pagar en el largo plazo. De esta manera, se coincide con tres objetivos que han enmarcado la adopción de reglas fiscales: la reducción del costo del endeudamiento; la búsqueda de menor volatilidad en el crecimiento económico; y la estabilización de la deuda pública relativo al tamaño de la economía.
En Colombia, la Regla Fiscal está definida sobre el balance estructural del Gobierno Nacional Central (GNC). Lo anterior refleja que este instrumento no se basa simplemente en cuánto gasta o recauda el gobierno en un año determinado, sino en una medida que intenta exponer la verdadera situación fiscal del país, descontando los efectos de factores temporales o cíclicos.

La Regla Fiscal promueve una política fiscal contracíclica, es decir, exige ahorrar durante los periodos de auge económico y permite gastar más en momentos de crisis sin comprometer la sostenibilidad de la deuda.
Asimismo, la Regla Fiscal actual establece un ancla de deuda neta del 55% del PIB como meta de sostenibilidad fiscal a largo plazo, y un límite máximo del 71%.
¿Qué pasa si Colombia incumple la Regla Fiscal? Incumplir esta regla implica que el Gobierno se endeuda más de lo que se considera razonable según los límites establecidos en la ley.
Esto puede deteriorar la credibilidad del Gobierno ante inversionistas y calificadoras internacionales pues con el mismo nivel de ingresos la Nación tendrá que pagar una deuda mayor, algo naturalmente difícil de lograr.
En consecuencia, la prima de riesgo del país se eleva, puede haber presiones sobre el tipo de cambio y un mayor riesgo de pérdida del grado de inversión, lo cual disminuye el apetito de los mercados por financiar al Estado.

Esto reduce la disponibilidad de financiamiento y/o aumenta las tasas de interés de los préstamos.
Por tanto, el Gobierno se ve forzado a destinar más recursos al pago de deuda e intereses, restando espacio fiscal para realizar inversiones que impulsen el crecimiento, responder a emergencias o impulsar reformas estructurales.
En consecuencia, ante el incumplimiento de la Regla Fiscal, los ciudadanos colombianos pueden evidenciar en el corto plazo una posible depreciación del peso, un aumento en el costo de vida y mayores tasas de interés en los créditos.
Por todo lo anterior, la Regla Fiscal no es solo una herramienta técnica, sino un compromiso con la estabilidad económica del país y el bienestar de los colombianos.
Su cumplimiento asegura que el Estado actúe con responsabilidad, mantenga la confianza de los mercados y preserve su capacidad para atender las necesidades sociales, incluso en tiempos difíciles.
En últimas, proteger la Regla Fiscal también es proteger el bolsillo de todos.