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Banco Mundial
Nuestro mundo está asolado por crisis superpuestas —los conflictos, la pandemia de COVID-19, la inseguridad alimentaria, el cambio climático y la creciente deuda—, todas las cuales afectan de manera desproporcionada a las personas más pobres. Ya sea mediante el aumento de los precios de los alimentos, el acceso desigual a los servicios de salud o la mayor exposición a zonas de importancia crítica desde el punto de vista climático, las personas más vulnerables son aún más vulnerables.
La Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial —el fondo establecido en 1960 para apoyar a los 74 países más pobres— acaba de poner en marcha su vigésimo ciclo (que se conoce como AIF-20 [i]) en un evento mundial de alto nivel realizado en Tokio (Japón). Tras una reposición histórica de USD 93 000 millones, que incluye contribuciones de 52 países de ingreso alto y mediano, la AIF-20 resulta adecuada para ayudar a los países a abordar estos desafíos complejos. Y en un momento en que la solidaridad mundial se ha convertido en un elemento fundamental para resolver crisis simultáneas, la AIF es un buen ejemplo de ese compromiso para ayudar a los países a lograr una recuperación duradera.
La AIF tiene un extenso historial de ayuda a los países durante crisis como el ébola, terremotos, inundaciones y sequías. Pero este ciclo anticipado de la AIF-20, que emerge de una necesidad sin precedentes y provocado por la pandemia de COVID-19, es especial. Se diseñó específicamente para hacer frente a las crisis. Su tema general habla por sí solo: Construir mejor tras la crisis: Hacia un futuro verde, resiliente e inclusivo. Así pues, he aquí cinco maneras en las que la AIF-20 se orienta fundamentalmente a ayudar a los países que enfrentan los desafíos actuales a desarrollar y ofrecer soluciones eficaces y ensayadas a lo largo del tiempo.
- Las personas son las más afectadas por las crisis; las personas están en el centro de la AIF-20 . El marco de la vigésima reposición de recursos se sustenta en dar prioridad a las inversiones en capital humano —inversiones en las personas, su salud, su educación— que contribuyen a la salud económica general de un país y a su resiliencia. La AIF-20 es inclusiva y tiene la intención de no dejar a nadie rezagado: mujeres, niños, personas con discapacidad y personas que viven en zonas afectadas por situaciones de fragilidad y conflicto.
- La
AIF-20 se centra en la preparación para las crisis, poniendo énfasis en
fortalecer la preparación para casos de pandemia y la resiliencia de los
sistemas alimentarios con el fin de ayudar a los países a enfrentar las
emergencias. A través de este paquete, la AIF
profundizará el apoyo a los países y sus sistemas para que se preparen y
respondan mejor a futuras crisis, como pandemias, conmociones financieras y
peligros naturales. La AIF-20 también invertirá en sistemas alimentarios más
sólidos y resilientes respaldando la agricultura y ayudando a las familias a
amortiguar los efectos del aumento de los precios de los alimentos.
- La
AIF-20 tiene mayores aspiraciones con respecto a enfrentar la crisis crónica
del cambio climático y mitigar sus impactos en las personas más pobres. Dará prioridad a
la lucha contra el cambio climático, incluso alineando las operaciones con el
Acuerdo de París. Al aumentar los cobeneficios
climáticos, y con metas elevadas para el
financiamiento verde y los servicios ecosistémicos, ayudará a los países a
adaptarse a los crecientes impactos climáticos y preservar la biodiversidad.
- Para apoyar a los
grupos especialmente vulnerables, la AIF-20 cuenta con disposiciones especiales
a través de las cuales los países pueden acceder a recursos adicionales. Por
ejemplo, el Servicio para las
Comunidades Receptoras y los Refugiados ayuda a los
países receptores elegibles a generar oportunidades de desarrollo a largo plazo
importantes para los refugiados y las poblaciones que los reciben. Del mismo
modo, mediante el paquete de asistencia
para situaciones de fragilidad, conflicto y violencia (FCV) se brinda
financiamiento a los países que enfrentan graves riesgos de enfrentar dichas
situaciones.
- Reconociendo que las crisis agravan las vulnerabilidades de la deuda, la AIF-20 tiene un plan de manejo sólido y proactivo sobre la gestión sostenible de la deuda. La Política de Financiamiento Sostenible para el Desarrollo impulsa el plan. La política tiene por objeto incentivar a los países clientes de la AIF para que avancen hacia un financiamiento transparente y sostenible y mejorar aún más la coordinación entre la AIF y otros acreedores para respaldar los esfuerzos de reforma de los países. Además, ayuda a abordar los desafíos de la gestión de la deuda, la sostenibilidad fiscal y la transparencia de la deuda de manera sistemática y proactiva a lo largo de un horizonte de mediano a largo plazo.
Con este paquete sumamente adaptado, la AIF financiará proyectos diseñados para aumentar el apoyo destinado a responder a diversas crisis e impulsar una recuperación resiliente en los países más pobres, entre el 1 de julio de 2022 y el 30 de junio de 2025.
La AIF está dispuesta a colaborar con los países mientras reconstruyen sus economías y mejoran sus medios de subsistencia, enfocándose especialmente en los objetivos de desarrollo a largo plazo. Usted puede informarse de los resultados y el impacto de la AIF en los próximos meses, utilizando la etiqueta #IDAworks.