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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, aseguró hoy en su visita a Caivano, al sur de Nápoles, una localidad con graves problemas de delincuencia y abandono, que en Italia «no pueden existir zonas francas» para la criminalidad.
Rodeada de un enorme despliegue de seguridad, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, visitó el jueves Parque Verde, un suburbio de Nápoles, en la localidad de Caivano, dondedos niñas fueron violadas repetidamente por un grupo de adolescentes.
Meloni pasó unas horas en el barrio Parque Verde de la localidad de Caivano, donde presuntamente las niñas, primas de 11 y 12 años, fueron agredidas.Allí, Meloni se reunió con el párroco local, Maurizio Patriciello, de la iglesia de San Paolo Apostolo, un referente en la lucha contra el crimen organizado. La primera ministra prometió que un complejo deportivo abandonado y en ruinas, lugar sospechoso de ser el escenario de algunas de las presuntas violaciones que han tenido lugar en los últimos años, sería reparado y estaría operativo para primavera.
La visita de Meloni se produce como **un intento de afirmar los esfuerzos de su Gobierno de derecha para combatir el crimen organizado.**La Camorra, cuyos negocios incluyen el tráfico de drogas, tiene una influencia significativa en Nápoles y sus suburbios, entre los que están algunas de las zonas más empobrecidas de Italia.
A su llegada al Parque Verde, donde le esperaba una multitud de periodistas que contrastaba con la escasa presencia de vecinos del barrio, la primera ministra se reunió con el sacerdote, conocido por su lucha contra la mafia. Algunos de los presentes corearon su nombre, mientras otros lanzaron consignas pidiendo trabajo desde las ventanas de varios edificios cercanos.
Don Patricello le pidió, entre otras cosas, que se oscurezcan las páginas porno para evitar que se repitan actos como la reciente y brutal violación de las niñas, según dijo a los medios.