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Por Ximena Martínez León
El aprendizaje más importante de las personas -hombres y mujeres- en el año 2024, es cómo convertir la soledad en una fuente de madurez, conciencia y transformación
En las consultas de pacientes de manera presencial y virtual en Colombia y el exterior, siempre me preguntan la importancia del ser humano como fuente de su propio refugio
Lo que les puede decir desde el ámbito profesional, es que es un regalo para el mundo. Desde hace varias décadas, hizo carrera la frase: «mi soledad es mía. De nadie más»
Esta afirmación tiene muchas interpretaciones. Quienes hoy aman la soledad, hacen los más «revolucionario». La razón. La mayoría de las personas no se ocupan en los 12 meses que tenemos por delante; de sí mismas
La consigna es, en medio de una sociedad del consumo, inseguridad y el tsunami de las redes sociales, es pensar en los otros primero. Éstoy convencida que esa acción privada y pública es una gran falacia para dilatar ocuparse de uno mismo
El nuevo paradigma. La nueva era desde el campo de la sicología sistémica es ocuparse de uno mismo. De seguro quienes leen está columna de opinión, no pueden negar que han llenado una «piscina olímpica con sus lágrimas a lo largo de su vida»
Todos tenemos muchos traumas y heridas. Llegó la hora en el año 2024 de colocarles luz. Colocarle conciencia e ir sanando poco a poco del interior hacia el exterior desde la óptica personal
Los invito a conquistar la soledad en este nuevo año que tenemos ante nuestros ojos. También el hermoso escenario del sueño. En la etapa de descanso.
Estamos llamados a ganar el pulso entre soledad y sociedad. Todo a través de la propia experiencia. «Hay que dedicar mucho más tiempo a la soledad en silencio. No es lo mismo estar solos que sentirse solos»
Nacimos solos y moriremos solos. Vivimos bajo la ilusión que estamos acompañados. Pero en realidad es que estamos solos.
Lo cierto es que hay cuatro estadios de soledad. La primera la soledad estándar. Es decir, no hay peor soledad que sentirse solo estando acompañado
La segunda es la soledad reactiva. Son aquellas personas que no les gusta compartir con los demás. Se aislan. Se encierran. Por eso triunfan las redes sociales
Un tercer tipo de soledad es la impuesta. Se concentra en la población adulta mayor. «Es un infierno, sino se han sabido acompañar por si mismas» No la han escogido
La cuarta soledad, es la elegida. Las personas que se encierran en casa o se van a la montaña. Esa es una soledad sociable que trasciende la madurez espiritual
Esa es la condición humana que nos impone el gran reto de amar la soledad desde nuestro «metro cuadrado» desde Colombia pasando por México, Ecuador, Perú, España, Nueva Zelanda o Alemania
Todos necesitamos afecto. Pero no hay mejor afecto el que nos podemos darnos nosotros mismos. Toda una aventura por explorar. A propósito de este comentario usted que piensa: facebook/ximenamartinezleon
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