Bogotá, octubre 28 de 2024. News Press Service. La senadora Aída Abella, del partido Pacto Histórico, hizo graves revelaciones sobre el uso del agua en Colombia, especialmente en el municipio de la Calera, en Cundinamarca, que, de acuerdo con sus palabras, se la están llevando grandes multinacionales que pueden dejar a Bogotá sin el líquido el año entrante cuando llegue el próximo verano.
La senadora habló en la Comisión Cuarta de la Cámara Alta durante una audiencia pública en donde se analizaron varios temas en torno al preciado líquido referentes al manejo, cuidado y planificación del agua en Bogotá y la Calera.
Abella Esquivel dijo que el problema no es solo de la capital de la república sino de toda la región en donde se han expedido licencias para grandes construcciones que afectan el consumo de agua y comparó como grandes concesionarios utilizan agua “similar al que usan ciudades como Cali o Medellín, algo totalmente injusto, porque el agua no se está utilizando para consumo doméstico, sino industrial”.
También habló el concejal de la Calera, Javier Cifuentes, quien hizo fuertes denuncias por concesiones a multinacionales de bebidas gaseosas que están secando los acuíferos del páramo de Chingaza y que algunos campesinos no cuidan el entorno por grandes cultivos de papa utilizando agroquímicos.
Advirtió que Bogotá y el municipio de la Calera, que tiene 17 mil habitantes, posiblemente, el año entrante sufran una crisis sin precedentes por falta del líquido por la manera como se están manejando las concesiones a grandes terratenientes y por la entrega de licencias de construcción que demandan consumo de agua sin ninguna planeación.
“Siete manantiales que están siendo explotados por Coca cola, y que surten la quebrada que abastece de agua a la Calera, se están secando porque prevalece el negocio sobre las necesidades de las comunidades, además que se privilegia el modelo de desarrollo que no respeta el plan de ordenamiento territorial de la Calera”, denunció.
Catalina Pérez, senadora del Pacto Histórico, también se refirió al tema y dijo que el modelo económico actual afecta la producción de agua, no solamente en Bogotá sino en todo el país, porque los grandes megaproyectos de cultivos de palma aceitera y la cría de búfales secan las ciénagas como en regiones de María la Baja, en el departamento de Bolívar.
Invitó a la Cámara Colombiana de la Construcción revisar sus sistemas de negocios “porque se está secando Chingaza en razón a que el agua del subsuelo se la están llevando las multinacionales y que para ese efecto es necesario crear una ley que regule el negocio del agua en Colombia”.
La Representante a la Cámara, María del Mar Pizarro, del partido Pacto Histórico, también se refirió al tema, y dijo que se están explotando los páramos desecando sus fuentes de agua con inmensos cultivos de papa y ganadería extensiva, beneficiando a grandes inversores sin que las autoridades ambientales prevengan esos daños.
Por ejemplo, denunció que en el departamento de Santander la gente cría búfalos y secan los humedales acabando es con la biodiversidad.