Tras una caída histórica del PIB, que llevó al país a la recesión, algunos sectores han tenido señales de recuperación
Bogotá. News Press Service. El 2020 fue el año en el que se marcó un antes y un después en la economía del país por los estragos de la pandemia y las cuarentenas estrictas, que se levantaron hasta septiembre. Y aunque ese golpe dejó maltratados los principales indicadores, hay expectativas de que la recuperación se consolide para el otro año, según las decisiones que se tomen de política pública.
Por un lado, dice el periódico Portafolio, el producto interno bruto (PIB) mostró los graves efectos del frenazo en las actividades por cuenta de las restricciones y la incertidumbre a causa del avance de los contagios en el país.
Eso significó que en el segundo trimestre del año, la economía se contrajera 15,7%, pero que, tras la flexibilización de las cuarentenas, se lograra una menor caída en el tercer trimestre, de 9%.
Eso sí, se vio que sectores como construcción, comercio, transporte, alojamiento y servicios de comida, la explotación de minas y canteras y las actividades artísticas tuvieron peores caídas que las del promedio nacional, y se llevaron el peor golpe por la crisis.
Ese comportamiento se explica, entre otras cosas, por las restricciones de movilización por todo el país, y el efecto que esto ha traído en la reducción de la demanda y el consumo de los hogares.
Precisamente, el centro de estudios económicos Anif recientemente hizo un informe del impacto que ha tenido en las familias la pandemia, y señaló que estas perdieron $1,6 billones de ingresos en octubre, y en lo corrido de la coyuntura se acumuló a $27,9 billones.
De igual manera, el mismo centro de estudios señaló en otro reporte que las cuarentenas llevaron a que el país tuviera un peor desempeño en su economía, pues si no hubiera sido por las restricciones, la caída en el tercer trimestre podría haber sido de 7,3%.
El otro indicador que se disparó por cuenta de la pandemia ha sido el del desempleo, y que ha tenido un sesgo mayor a las mujeres, los jóvenes y los formales. En los meses más difíciles para la economía, precisamente, se alcanzaron a perder un poco más de cinco millones de empleos, lo que llevó a que la tasa de desocupación alcanzara el 21,4% en mayo.
Sin embargo, en los últimos meses se han recuperado más puestos de trabajo y los perdidos ascienden a un poco más de 1 millón, por lo que la tasa de desempleo en octubre bajó a 14,7%.
No obstante, cabe mencionar que persiste este alto indicador para los jóvenes y las mujeres, para quienes se ha venido aumentando la brecha laboral.
LA CRUZADA POR EL GASTO
Ante ese frenazo que tuvo la economía, que según un análisis de Fedesarrollo tiene al país en recesión desde marzo, el Gobierno tuvo que salir a endeudarse más para poder financiar una eventual caída del recaudo y el mayor gasto para atender las emergencias generadas por la pandemia.
El Ejecutivo tuvo que crear el Fondo de Mitigación de Emergencias (Fome), en el que centralizó los recursos para la salud, las ayudas a la nómina con el Programa de Apoyo al Empleo Formal (Paef) y la prima, así como Ingreso Solidario y las transferencias extraordinarias a los programas sociales de Colombia Mayor, Familias en Acción y Jóvenes en Acción.
De acuerdo con la información del Ministerio de Hacienda, los recursos de ese fondo ascienden a $40,5 billones y, según el Observatorio Fiscal de la Universidad Javeriana, se han desembolsado el 42% de esos.
A esas medidas se les suma el plan de reactivación del Gobierno Nacional, llamado Compromiso por Colombia, con el que a través de una mayoría de recursos privados se crearán 2 millones de empleos entre directos e indirectos gracias a 492 proyectos. Según Presidencia y el Minhacienda, ese plan tiene un valor de $170 billones, que serán ejecutados en los próximos años.
Y aunque el Fome ya no tendrá mayores recursos para el 2021, Colombia tuvo que aumentar su inversión y el gasto público en el Presupuesto General de la Nación para el otro año, que tuvo un aumento de $42 billones de lo que se aprobó para este ejercicio.
De hecho, en la última reunión del Comité de la Regla Fiscal del Ministerio de Hacienda, se empeoraron las proyecciones de déficit fiscal con respecto al PIB, la contracción de la economía para este año y el rebote para el siguiente.
Según el reporte, la estimación del PIB para este 2020 pasó de -5,5% a -6,8% para el 2020, y de un rebote de 6,6% a 5% para el otro año. Asimismo, pronosticaron que su déficit fiscal sería de 8,9% del PIB para 2020 y 7,6% para 2021, frente a lo planteado previamente cuando se dijo que sería de 8,2% y 5,1%, respectivamente.
Ante ese panorama, Julián Arévalo, decano de economía de la Universidad Externado, explicó que “todavía no hemos logrado superar la fase en la que estamos con la propagación del virus, que es una preocupación grande de buena parte de la población respecto a la facilidad con la que se pueden retomar las actividades. Hasta que no superemos ese escenario, va a ser difícil superar un crecimiento previo a la pandemia”, agregó.
Finalmente, los analistas del país coinciden en que, junto con la normalización de las actividades productivas, también será crucial que para el otro año se tramiten distintas reformas estructurales con base en las recomendaciones de la Comisión de Expertos en Beneficios Tributarios y en la Misión de Empleo, así como de los gremios y la academia.
VACUNA DEL COVID, UNA IYECCIÓN A LA CONFIANZA
En los últimos días la noticia del desarrollo de las vacunas contra la covid a nivel global han sacudido de forma positiva los mercados. En el país también parecen ser una salida a la incertidumbre, tanto para la reactivación de la economía, como para
los inversionistas.
El presidente, Iván Duque, justamente sancionó la ley 333 de 2020 para las vacunas, y gracias a esta se declara de interés general la estrategia de inmunización contra la covid-19 y cualquier pandemia. Además, con esta normativa también se busca dar garantía total de acceso y sin cobro para los colombianos a los biológicos.
El Ministerio de Salud se mantiene como el organismo encargado de priorizar la vacunación y la posibilidad de exonerar a las compañías farmacéuticas de su responsabilidad los eventos adversos fue descartada.