News Press Service
- Banco Mundial
- Jan von der Goltz Kirsten Schuettler
- Julie Bousquet
- Tewodros Aragie Kebede
En todo el mundo, las comunidades suelen preocuparse por el impacto de los refugiados en el empleo. Al mismo tiempo, los propios desplazados quieren saber de qué manera se ganarán la vida.
Aunque en este debate la mayor parte de la atención se centra en los países de ingreso alto, los países de ingreso bajo y mediano son los que reciben al 75 % de los refugiados.
En nuestro último libro, The Labor Market Impact of Forced Displacement (El impacto del desplazamiento forzado en el mercado laboral), utilizamos nuevos datos y repetimos análisis para estudiar comunidades de acogida en Colombia, Etiopía (conjunto de datos , Jordania y Uganda (conjunto de datos , y abordamos las principales preocupaciones en torno al empleo tanto de los refugiados como de quienes los reciben.
El desplazamiento forzado tiene poco efecto en los resultados laborales promedio de las comunidades de acogida y, a veces, el impacto es positivo
En todos los países analizados, recibir refugiados tiene efectos modestos o incluso positivos en los mercados laborales en general. En Etiopía y Uganda, el consumo promedio aumenta alrededor de un 3 % cuando se duplica el número de refugiados. También encontramos escasos indicios de una disminución general del empleo entre los países receptores.
Esto puede sorprender a algunos, pero concuerda con la bibliografía existente. Nuestra investigación indica que este patrón es válido en diversas economías cuando aplicamos con prudencia métodos armonizados.
¿Cómo afecta el desplazamiento forzado los resultados laborales de los países de acogida?
Algunos trabajadores de las comunidades de acogida enfrentan una competencia adicional, aunque otros se benefician
Recibir refugiados genera oportunidades para algunos trabajadores. Por ejemplo, llegamos a la conclusión de que a los agricultores comerciales y de subsistencia de las comunidades receptoras de Uganda les va bien cuando aumenta la demanda del mercado (un incremento del 3 % y el 7 % en el consumo, respectivamente, con el doble de refugiados).
Sin embargo, otros enfrentan competencia: por ejemplo, estimamos que, en Colombia, el empleo entre los hombres y los trabajadores jóvenes disminuyó alrededor de 1 punto porcentual, cuando el número de refugiados se duplicó.
A las comunidades receptoras les preocupan estos efectos: en un experimento realizado en el marco de nuestro libro, estas solo tenían opiniones negativas sobre los refugiados cuando se les inducía a pensar en competir con los refugiados en el mercado laboral.
Si queremos apoyar a las comunidades de acogida, debemos tomarnos en serio este mensaje, buscar maneras de apoyar a aquellos que enfrentan adversidades y ayudar a estas comunidades a aprovechar las oportunidades que se generan con la llegada de refugiados.
Los permisos de trabajo no cambian tanto los mercados laborales como algunos temen, pero marcan una gran diferencia para los refugiados
Analizamos los regímenes de permisos de trabajo y encontramos escasos efectos, en promedio, sobre los empleos de las comunidades de acogida, aunque algunos de estos trabajadores enfrentan desafíos. Disipar algunos mitos sobre los refugiados y el mercado laboral ayuda a explicar el motivo.
En primer lugar, incluso en mercados laborales con una gran restricción de los permisos de trabajo, muchos refugiados encuentran la manera de trabajar, por necesidad.
Por ejemplo, el acceso de los refugiados a los empleos en Etiopía estaba muy restringido cuando recopilamos datos. Sin embargo, en las dos localidades que estudiamos en detalle, la participación de los refugiados en la fuerza laboral llegó al 42 %, inferior al 64 % de las comunidades receptoras, pero un porcentaje considerable dadas las restricciones.
En segundo lugar, la competencia no se inicia con los permisos de trabajo. Por el contrario, los permisos laborales modifican los patrones de competencia, por ejemplo, al permitir que los refugiados busquen empleos formales.
Aunque los permisos no cambien mucho los resultados para las comunidades de acogida, pueden marcar una gran diferencia para los trabajadores refugiados. En Colombia, un programa de permisos aumentó los ingresos salariales en un tercio entre los refugiados que obtuvieron una autorización para trabajar.
No podemos apoyar eficazmente a las comunidades receptoras sin comprender los mercados de trabajo locales
Sobre la base de las evidencias, las comunidades de acogida pueden sentirse suficientemente seguras de que sus mercados laborales no se verán afectados de manera negativa en general, sobre todo si la comunidad internacional proporciona algún tipo de apoyo. Pero ¿cómo pueden los responsables de formular políticas apoyar mejor a quienes enfrentan competencia?
Las recetas de políticas de las economías de ingreso alto no funcionarán, porque los mercados laborales de los países en desarrollo son muy diferentes.
Por ejemplo, en los países de ingreso bajo, la mayoría de los empleos son trabajos por cuenta propia, y en muchos países de ingreso mediano, la mayor parte del empleo es informal y existen pocos puestos de trabajo formales bien remunerados.
Utilizamos nuevos datos primarios para encontrar pruebas sobre cómo deberían ser las políticas y mostrar, por ejemplo, que los refugiados son importantes no solo como competidores sino también como consumidores, que los perfiles de habilidades importan menos cuando existe una gama reducida de actividades laborales, y que el acceso al capital es clave para los empleos de las comunidades de acogida en mercados laborales en que predomina el trabajo autónomo.
Por encima de todo, una buena política debe basarse en un examen exhaustivo de las condiciones de los mercados de trabajo locales.