Por Elías Prieto Rojas

Luego de la estruendosa derrota colombiana ante su similar uruguaya en fútbol, por las eliminatorias para el mundial de Catar 2022, sacamos varias conclusiones que fueron aportadas en su gran mayoría por “El Bolillo” Gómez, en ESPN, canal de televisión por cable. Y nos valemos de analogías para sacar enseñanzas, que si las valoramos nos servirán para el resto de nuestros días. Primera. (Recuerden, lo aseguró El Bolillo): El partido se perdió desde el camerino. Los jugadores no se sintieron bien en la escogencia de sus compañeros, y de ahí su inseguridad al entrar al terreno de juego. Analogía inicial: si usted sale de su casa en conflicto con su señora, o su marido, ese día por obvias razones, las diligencias, o trabajo que debe realizar, sale mal. Eso se llama inseguridad. Desde el inicio, mejor devuélvase, haga las pases, pida perdón, si es preciso, y de seguro que durante el día le ira superbien. Segunda aseveración de Hernán Darío: cada futbolista debe jugar en su puesto. A estas alturas del partido no se puede improvisar. Quien es lateral, esa es su función. O si es atacante, no haga de volante de contención. Segunda analogía: En un hogar, cada quien debe hacer lo suyo. Y no se debe improvisar. Quien prepara la comida, haga lo mejor que pueda. Y si es usted el proveedor económico, no se quede dormido. Y quien estudia, estudie, y así, cada cual haciendo lo suyo; con ética y profesionalismo se rinde más y serán más efectivas las realizaciones. Tercera. Y otra vez, les recuerdo, que lo dijo “El Bolillo”: Tiene que existir en el terreno de juego, un líder, quien y desde adentro, organice y mande. De no ser así, los futbolistas como en una guerra se perderán y desconcertados serán presa fácil. Tercera analogía: en un hogar tiene que haber autoridad. Quien mande y dirija. Con sutileza, diplomacia, inteligencia, y astucia, pero con don de mando. Si no existe, cada cual cogerá por su camino y así, de seguro que no habrá hogar y menos, familia. Cuarta. Actitud. Los futbolistas carecieron de ganas, les faltó sangre, pundonor. Parece que no sintieron la camiseta. Por ahí circula un grito de batalla que precisa: “Al hombre se le mata y no se le humilla”. Había que dejar hasta la última gota de sudor en el gramado, pero parece que los nuestros entraron desmayados, se sintieron derrotados con el primer gol en contra y la debacle se inició. Y “El Bolillo” contó una anécdota de Barrabás Gómez, gran jugador, el día cuando Colombia le ganó 5 – 0 a la Argentina, en el Monumental de Núñez; luego de una brutal patada que le propinó Diego Simeone al Pibe Valderrama y cuando el árbitro iba a sacar del bolsillo la tarjeta roja para enseñársela al argentino, esto le dijo Barrabás al juez: “No le saque la roja porque les vamos a ganar a los once, no queremos que después digan que perdieron porque eran diez”. Esa debe ser la actitud. Siempre ganadora. Cuarta analogía: en esta época de pandemia, usted como miembro de un hogar no debe bajar los brazos; debe luchar para mantenerse erguido, no claudicar, ir hacia adelante, dando ejemplo; no reniegue, por el contrario, siempre dispuesto a seguir; claro que con orden y fe, y con todos los elementos de bioseguridad necesarios para no correr riesgos. Y para terminar y no hacer más larga la nota. Los errores se pagan caros. Tres errores, tres goles en contra. Perdió Colombia en fútbol. Pero para todos. Y la esperanza es lo último que se pierde. Debemos aprender y con humildad. Y de seguro que lo intentaremos de nuevo. Vamos con toda contra Ecuador…
14. XI. 20.