News Press Service
Por Elías Prieto Rojas
Inicio del día, planes que se trabajan para clasificar y ordenar las mejores opciones donde buscamos minimizar riesgos, acelerar procesos, ser más productivos, etcétera, y en determinado momento descubro una información que me dejó sentado. Y una y otra vez, sentado. Pero bien sentado. Y cuando digo sentado, es que estoy atortolado. Dice la noticia: “Chile es el único país del mundo donde el agua es privada”. Literalmente privada. Ese bien universal, que es de todos, ya no es de todos. Ese recurso vital ya no es del pueblo. Los dueños son algunos empresarios avivatos que les pagaron a otros avivatos y que entre avivatos se reparten el botín. Qué tal. Tal cual. Los dueños de ese recurso vital, en Chile, llamado agua, es de unos empresarios asquerosos que se apoderaron de lo que no es suyo… Acá en Colombia, tenemos que abrir los ojos. Y bien, abiertos. Como platos. Y como receptores, y con antenas parabólicas: no podemos, colombianos, permitir que ese recurso vital llamado agua, sea capital de unos pocos. Es de todos y punto. Por ahora, lo que usted debe hacer. Primero: no compre agua ni en frasco ni en vaso ni en frasco ni en botella. Cada vez que usted compra agua en las condiciones anteriores le está diciendo a los dueños del gran capital que ellos sí pueden privatizar ese recurso vital. Nanai cucas. Hierba agua. Para no ir tan lejos, y lo digo con absoluta sinceridad, todos los días de mi vida consumo agua de la llave. Sólo de la llave, y en contadas ocasiones, consumo agua hervida. Que un vaso de agua cueste quinientos pesos. O mejor: un frasco de agua, pagado en una tienda cualquiera… mil pesos!… Entonces ¿cuántos frascos debo pagar para ducharme con el agua prisionera de estos artefactos?… treinta, o cuarenta, porque yo soy gordito… y usted ¿cuántos frascos de esta agua necesita para bañarse?… y ¿usted, y usted?… mejor dicho, ducharnos, cuatro personas y que cueste en promedio cien mil pesos… ojo estamos hablando de la sola ducha… entonces ¿adónde vamos a parar?. No compre agua bajo los criterios anteriores. Y por ahora, y siempre, es necesario exigirles a nuestros políticos que se mejore, cada día, más, la calidad del agua que sale de nuestras llaves. Así empezaremos a defender lo nuestro, lo del pueblo. Para beneficio de nosotros, de nuestros hijos, nietos y tátara, tátara…
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