Colombia enfrenta una escasez de jet fuel debido a problemas de producción y retrasos en la importación.
La falta de combustible ha causado cancelaciones y reprogramaciones de vuelos en aeropuertos clave del país.
El gobierno y Ecopetrol están importando 100,000 barriles adicionales para mitigar la escasez y asegurar el suministro.
Bogotá, agosto de 2024. News Press Service. Considerando las cantidades necesarias para abastecer la demanda doméstica y el incremento en el precio del combustible por la mayor importación, en ANIF estimamos que el costo adicional general rondaría el 1%, lo que no debería generar mayor impacto en el precio del transporte aéreo.
Es importante que la oferta de combustible logre acoplarse a la creciente demanda para evitar un mayor componente importado y con eso, un incremento en los precios finales. El jet fuel, también conocido como combustible para aviones o queroseno de aviación, es un tipo de combustible altamente refinado derivado del petróleo, diseñado específicamente para alimentar los motores de las aeronaves.
Existen varios tipos de jet fuel, siendo el Jet A-1 el más comúnmente utilizado a nivel mundial, incluido en Colombia. Este combustible es esencial para el funcionamiento de la aviación comercial, militar y privada, ya que su composición química permite una combustión eficiente a altas altitudes y bajas temperaturas, características típicas del entorno en el que operan los aviones.
En Colombia, el transporte aéreo es crucial, particularmente en un territorio con una topografía diversa y una infraestructura terrestre limitada en algunas regiones. Las rutas aéreas no solo facilitan el movimiento de personas entre las principales ciudades y regiones más apartadas, sino que también son fundamentales para el transporte de mercancías, tanto a nivel nacional como internacional.
Además, la aviación es un sector clave para el turismo, que representa una fuente significativa de ingresos y empleo en el país.
Actualmente, el país está atravesando una importante escasez de este combustible, debido, en parte, a problemas de producción, especialmente
en la Refinería de Cartagena (Reficar) y a retrasos en la importación del combustible necesario. Esto ha generado un impacto notable en la industria aérea del país.
Las aerolíneas han tenido que cancelar o reprogramar vuelos debido a la falta de combustible, lo que ha afectado a aeropuertos importantes como los de Pereira, Cúcuta, Leticia y Santa Marta.
Esta situación ha llevado a la implementación de medidas de emergencia, como el cargue adicional de combustible en aeropuertos internacionales y paradas técnicas en otros países para reabastecerse.
La situación ha captado la atención de muchos a nivel nacional, generando preocupación tanto en la industria aérea como entre los usuarios. Como evidencia de este interés creciente, las búsquedas en Google para términos como “combustible aviones” han mostrado un aumento significativo en los últimos días. Las búsquedas alcanzaron un pico de 749 el 26 de agosto y luego descendiendo a 147 el 27 de agosto.
Ante esta crisis, el gobierno de la mano de Ecopetrol, obligada a suministrar el 95% de la oferta de este combustible, tomaron algunas acciones, entre las que destaca la importación de 100.000 barriles de este combustible para garantizar este porcentaje. El presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, mencionó que esa cantidad equivale a una cifra cercana al 10% de la demanda que se atenderá en los próximos días.
En ese sentido, en ANIF hacemos un cálculo sencillo para estimar el posible efecto de la importación de combustible en el incremento de los tiquetes aéreos. Si lo anterior es correcto y tenemos en cuenta que el barril de jet fuel tiene un costo actual de 88,8 dólares, el incremento en el precio del combustible faltante será del orden de 11,3%.
Como mencionamos, el promedio de la demanda atendida será del 10%, lo que daría como resultado un costo adicional general del combustible en el país de alrededor del 1%. Este incremento es marginal, lo que en parte explica por qué las autoridades no esperan un impacto significativo en los precios para el usuario final.
Sin embargo, es importante hacer un llamado acerca de la suficiencia en el abastecimiento de este combustible. Si la demanda continúa en franco crecimiento y la producción local no logra suplirla, el componente importado será cada vez más grande. En ese escenario, el efecto sobre los precios de transporte aéreo y de carga sería inevitable.
Por lo pronto, la situación parece haberse superado.
ANIF