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Portafolio
Una vez pasados los primeros días de la resaca del
dato de inflación de abril , el mercado comienza a dibujar lo que podría ser el
camino a seguir para el costo de la vida de los
colombianos en lo que resta del segundo trimestre y
lo que queda del año.
Vale la pena recordar que el Índice de Precios al
Consumidor (IPC) registró un dato mensual de 1,25% para
el cuarto mes del año, lo que llevó a un costo de vida de 5,66% en el año
corrido y de 9,23% de forma anual. Este último sorprendió al mercado, el cual
estaba esperando un dato anual en un rango entre el 8,80% y el 9%.
“Efectivamente el dato superó las expectativas del mercado y también las
nuestras. Ese 9,23% de inflación para el mes de abril no es una buena noticia porque
muestra que, en efecto, hay una aceleración en esa tendencia de la inflación
frente a lo que esperaba el mercado”, dijo Luis Fernando Mejía, director del
centro de estudios económicos Fedesarrollo.
De hecho, complementa Mejía, esta cifra compromete las
perspectivas futuras de la inflación, que antes del dato lo estimaban para
cierre de año en 7% y seguramente ahora se ajustarán al alza.
“Es un comienzo feo para el segundo trimestre, con una inflación que aumenta a
la tasa más alta desde mediados del año 2000, y en el corto plazo es un desafío
debido a los altos precios de las materias primas, la demanda interna aún
resistente y los problemas de oferta persistentes”, señaló por su parte Andrés
Abadía, economista jefe para América Latina de la consultora Pantheon
Macroeconomics.
En el informe del pasado jueves, el Departamento Administrativo Nacional de
Estadística (Dane) también indicó el comportamiento de las distintas canastas
de IPC que dan un panorama de cómo se está moviendo el costo de vida de los
colombianos.
Una de las canastas es aquella del IPC total que no toma en cuenta los
energéticos ni los alimentos. Acá se registró una variación mensual del 0,85%,
lo que llevó a una variación anual del 5,44%, mucho más del doble del dato de
2021.
LO QUE VIENE
La galopante inflación que se vive en Colombia es producto de un cúmulo de
factores internos y foráneos.
Dentro de estos últimos sobresale la invasión
de Rusia a Ucrania, coyuntura que está aumentando los
precios de las materias primas, como el trigo o los fertilizantes, que impacta
directamente sobre productos finales como la leche o el pan. El otro son los
retrasos en las cadenas del comercio mundial por la política actual de cero
covid-19 en China.
“Los efectos de cuello de botella que tenemos en este momento en el transporte
marítimo internacional van a mantener muy arriba los precios de los insumos y
alimentos”, dijo Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank Colpatria.
Desde el lado interno, comenta Laura Peña, economista del Bbva Research,
también afectarán, entre otros, factores como “la decisión gubernamental sobre
los precios de la gasolina y afectaciones en las importaciones por depreciación
del tipo cambio”.
Por otro lado, entre los analistas existe un leve consenso sobre la moderación
del costo de vida para los colombianos, el cual “debería”
comenzar a sentirse para este segundo trimestre y la segunda mitad del año.
“Creemos que efectivamente comenzará a disminuir desde la segunda mitad de este
año, probablemente en mayo o en junio y esto en parte asociado con el efecto
base, donde por ejemplo, encontramos a mayo de 2021, una alta inflación de
alimentos producto de los bloqueos y eso va a jugar a favor del dato de la
inflación en mayo”, dijo Luis Fernando Mejía, de Fedesarrollo.
Ahora bien, de acuerdo con el director del centro de estudios, más allá del
dato, el detalle recae que la reducción “comenzará en un punto más alto de lo
que estimaba el mercado” y eso implica que el costo de vida para los
colombianos “terminará más alto que lo estimaba el mercado”, quizás en un 8% en
diciembre, según las investigaciones realizadas.
Bajo esta idea de ligera reducción, pero cerrando sobre las expectativas del
mercado también están las nuevas estimaciones de Itaú con una inflación de 7,3%
al final de año; 8,5% para JP Morgan y 8% para Pantheon Macroeconomics.
Ahora bien, los analistas coinciden en que el Banco
de la República tiene en sus manos una clave para contrarrestar la inflación: una subida más agresiva de la tasa de interés donde
JP Morgan ve un aumento de 150 puntos y Mejía de 125.