Por Ximena Martínez León
Experta en sicología sistémica, publicista y escritora
Autora del libro
Mil vidas antes de morir
E mail xm3370@hotmail.com
News Press Service
Con el pitazo final del partido entre Colombia y Argentina se cerró una de las gestas más importantes de la selección nacional de fútbol. Su juego vistoso, técnica y goles levanto aplausos en los estadios de Estados Unidos, en América Latina e incluso en Europa y Asia.
Lo que no estaba en la cuenta de nadie. Mucho menos de mi experiencia profesional como experta en sicología sistémica, es que la mentalidad del «todo se vale, la trampa y el desorden de miles de compatriotas, llenará los titulares de prensa del mundo».
La compra de una boleta para asistir a una final de un campeonato de fútbol continental entre Colombia y Argentina (0-1) nos dejó de subcampeones en lo deportivo.
En el terreno de protagonistas del desorden y del irrespeto a las autoridades de los Estados Unidos en la ciudad de Miami.
La cultura colombiana rica en su historia, patrimonio, cultura, naturaleza y turismo se fue al piso en pico en una tarde de fútbol. Eso no puede ocurrir más.
Como experta en sicología sistémica pido disculpas. Llamó la atención a los protagonistas de este desorden monumental a examinar su «Yo Interior».
No sé puede explicar a los niños como la ley del más vivo se aplaude. La trampa no puede ser una forma de obtener las cosas. Creo sin menor a equivocarme que bajo la fotografía del caos en el estadio de la ciudad de Miami, Colombia y los colombianos perdimos más que un partido.
Bajo ese contexto, me alegre que Argentina ganará en el terreno de juego. (Un país donde adelante mi especialización académica). Los colombianos no estamos preparados a qué se nos coloque en lugares más altos, en medio de la Final de la Copa América 2024. Los hechos superan la realidad. No se respetó las normas de urbanidad. Tampoco la ley de los Estados Unidos. Mucho menos a los oficiales de la policía.
El cambio de la imagen de Colombia dentro y fuera del país está en nuestro «Yo Interior» como lo planteó en el libro «Mil Vidas antes de Morir», próximo a publicarse.
No es hora de señalar a otros. «Qué me impidió ingresar al estadio. Qué me empujo, no puede ser el argumento para esconder que el comportamiento del todo vale», sea la autopista para avanzar socialmente y en comunidad. Más, en un escenario como un estadio de fútbol en el exterior con los reflectores de la prensa mundial encima de la Final de la Copa América 2024.
Primero el examen del «Yo Interior», antes de cantar un gol de Colombia