Por Ximena Martínez León
Experta en sicología sistémica, publicista, escrito
Premio a Líder del siglo XX en Colombia por su trabajo profesional en el área de la sicología.
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News Press Service
«La casa es un templo». Con estas palabras nuestros abuelos y padres nos educaron, a quienes nacimos de 1970 en adelante. «Somos una generación que se educó con la máquina de escribir. Vimos llegar un teléfono celular».
Desde esta fotografía generacional con el paso de las «manecillas del reloj», la presencia de la sicología en casa, no solo es transcendental, sino que marca un «muro de contención frente a una sociedad cada vez más hiperinformada, donde el 49 por ciento de las noticias giran en torno a la violencia.
Crear espacios de descanso en casa, bajo un diálogo propósito, se convierte hoy por hoy, en una fuente de salud mental. «Un acto de amor consigo mismo y la familia».
En mi rol profesional en Colombia y el exterior de sicologa sistémica, debo decir que quienes hacen de su casa un «templo», desde de la espiritualidad, la alimentación balanceada, un proceso de educación para enfrentar cada una de las etapas de la vida, crean una autopista de prevención y sanación contra la depresión e incluso, la amenaza del suicido.
Trabajar en casa, no es un asunto 24 horas. «Es necesario construir una agenda con tiempos de descanso. De conversación con el Yo interior. Su resultado se traducirá en una mejor disposición para hacer las tareas propias de un siglo XXI, que con el paso de las semanas, nos enfrenta a retos individuales y colectivos como sociedad.