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Banco Mundial
El informe del liderazgo en la fijación del precio del carbono de este año se publica en un momento en que gran parte del planeta sigue luchando contra la crisis mundial provocada por la Covid-19 que ha devastado comunidades, desbordado los sistemas de atención de salud, provocado el cierre de fronteras y paralizado economías durante el último año.
Cuando las generaciones futuras vuelvan la mirada sobre esta época, verán esta pandemia como una de las mayores tragedias de la humanidad, pero también verán nuestra resiliencia. A través de la colaboración y la acción colectiva, ahora debemos centrarnos en reconstruir mejor y establecer un camino que conduzca a un desarrollo verde, resiliente e inclusivo a largo plazo.
Al igual que la COVID-19, la crisis climática no se detiene en las fronteras, y necesitamos el mismo grado de medidas urgentes y decididas. A pesar de la crisis sanitaria mundial, en 2020 una alianza de países y corporaciones sin precedentes se comprometió a lograr el nivel de cero emisiones netas de carbono para 2050 como parte de la campaña de las Naciones Unidas Carrera hacia el Cero (i). Estos compromisos abarcan actualmente al menos el 68 % de la economía mundial, el 56 % de la población mundial (más de 4200 millones de personas) y el 61 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. Nuestra tarea consiste ahora en movilizar este aumento del compromiso y traducirlo en medidas concretas para hacer frente a la enorme tarea que nos ocupa.
«Nos encontramos en un momento único en el que ponerle precio al carbono puede contribuir a una recuperación resiliente, inclusiva y sostenible después de la pandemia y ayudar a los países a seguir un camino de crecimiento con bajas emisiones de carbono».
En la última década, el número de jurisdicciones nacionales y subnacionales con sistemas explícitos de fijación de precio al carbono prácticamente se ha triplicado. En conjunto, dichos sistemas fijan el valor de alrededor de la cuarta parte de las emisiones mundiales de carbono. Sin embargo, los niveles actuales están lejos de alcanzar los objetivos climáticos nacionales e internacionales. La fijación del precio del carbono suele enfrentar desafíos políticos, y se estima que el precio explícito actual del carbono en la economía mundial es de solo USD 2 por cada tonelada de dióxido de carbono (CO2). En 2017, la Comisión Stern/Stiglitz sobre los Precios del Carbono (i) concluyó que para alcanzar las metas del Acuerdo de París de manera eficaz en función de los costos los precios del carbono deberían subir a entre USD 50 y USD 100 por tonelada de CO2 a más tardar en 2030.
Nos encontramos en un momento único en el que ponerle precio al carbono puede contribuir a una recuperación resiliente, inclusiva y sostenible después de la pandemia y ayudar a los países a seguir un camino de crecimiento con bajas emisiones de carbono. Gracias a la combinación de conocimientos macroeconómicos, sectoriales y técnicos que ofrece, y a su poder de convocatoria, el Banco Mundial se encuentra en una posición única para respaldar el desarrollo y la implementación de la fijación del precio del carbono. La Alianza de Preparación para los Mercados de Carbono (i) ayudó a 23 países a introducir la fijación del precio del carbono; su sucesora, la Alianza para la Implementación de los Mercados de Carbono (i), se está preparando para brindar apoyo a más de 30 países. El Mecanismo para la Reforma de los Subsidios a la Energía respalda los programas de los países para reducir los precios negativos del carbono mediante la reforma de subsidios a los combustibles.
La Alianza de Líderes sobre la Fijación del Precio del Carbono (CPLC) brinda una poderosa plataforma para convocar al sector privado, los Gobiernos y la sociedad civil en torno a la fijación del precio del carbono con el fin de aprovechar la colaboración entre los sectores público y privado para promover la acción climática y lograr el desarrollo sostenible. Durante cinco años, la plataforma de la CPLC ha brindado a una amplia gama de países, al sector privado y a las partes interesadas la oportunidad de compartir sus mejores prácticas, difundir investigaciones esenciales, ampliar su liderazgo e inspirar a otros a seguir el ejemplo.
En los últimos 12 meses, la CPLC ha involucrado a las partes interesadas a través de diálogos de alto nivel y talleres regionales en Asia, Oriente Medio, África y América con el fin de analizar de qué manera la fijación del precio del carbono puede contribuir a las estrategias de recuperación sostenible, al aumento de las contribuciones determinadas a nivel nacional y a lograr cero emisiones netas. La coalición cuenta con un número creciente de nuevos asociados y continúa movilizando la participación, centrándose en los países en desarrollo. Me complace señalar que recientemente convocó a un grupo de trabajo especializado en emisiones netas de carbono (i) para ayudar a entender mejor de qué manera ponerle precio al carbono puede contribuir a la ambiciosa meta de lograr cero emisiones para mediados de siglo. Espero ansiosamente que la publicación del informe de la coalición antes de la 26.ª Conferencia de las Partes genere el impulso necesario para alcanzar las metas del Acuerdo de París. El proceso de descarbonización está en marcha. La recuperación verde es una solución doblemente beneficiosa que puede generar inversiones sumamente necesarias para facilitar la transición a una economía con bajas emisiones de carbono y un futuro sin emisiones netas, pero para lograr una recuperación inclusiva y resiliente es preciso adoptar muchas más medidas a mayor escala. En 2020-21, la CPLC cumplió su quinto año de funcionamiento. En el informe de liderazgo de este año se analizan los avances logrados, las nuevas tendencias, los acontecimientos y los desafíos que tuvieron lugar en el escenario mundial de la fijación del precio del carbono. Asimismo, se presentan medidas de liderazgo de sus asociados, se ponen de relieve los mecanismos de fijación del precio del carbono de los sectores público y privado que impulsan el crecimiento sostenible y generan resiliencia, y se comparten conocimientos de los líderes de opinión. Espero que las perspectivas que se ofrecen en el informe inspiren y alienten a las autoridades a incorporar la fijación del precio del carbono en la toma de decisiones económicas, adoptar medidas a corto plazo.