

News Press Service
Por Elías Prieto Rojas
En este nuevo año acá se esgrimen los diez anhelos -número perfecto-, de toda la humanidad. El primero que se respeta la vida porque la inseguridad es el riesgo mayor. El segundo que la corrupción deje algún dinero para que la causa obrera no se recrudezca y así se le quite presión a la cuestión social. El tercero, que los políticos cancelen toda guerra porque nadie debe ser carne de cañón para ningún conflicto. El cuarto que se prioricen los servicios de salud para que todo individuo tenga asistencia básica donde se satisfagan sus necesidades porque solo así se garantizará la sobrevivencia de todos. El quinto que se inicie una eficaz campaña de alfabetización por todo el mundo para que la educación sirva de motivación en la búsqueda de un progreso sostenible. El sexto que millones de empresarios inunden el globo terráqueo para que la proliferación de empleo sea pan de cada día. El séptimo que abunden por cantidades alarmantes los planes con los cuales cada ser humano tenga una vivienda digna y propia.

El octavo que se produzca una iniciativa mundial que permita la creación de bosques, parques y zonas verdes para que la tranquilidad y el aire se renueve siendo cada vez más limpio. El noveno que se promueva una gran corriente mundial que promueva el afecto como signo inequivoco de la hermandad entre los pueblos. Y el décimo que el respeto sea, de verdad, valor fundamental y ante el cual todo individuo se rinda en beneficio de toda actividad humana. Y si lo anterior se cumple, de seguro que habrá paz sobre la tierra.
Feliz año.