El Colombiano
Bogotá, News Press Service. Con la intención del presidente Gustavo Petro de hacer parte del Metro de Bogotá bajo tierra, no solo crece la incertidumbre sobre su construcción, sino además la cadena de riesgos que trae cambiar su trazado y que ya no sea elevado.
De entrada, el presidente de la República le solicitó al consorcio chino Metro Línea 1, encargado de construir la megaobra que estudiara la viabilidad técnica y financiera de que parte o la totalidad del trazado sobre la Avenida Caracas fuera subterráneo en vez de elevado.
El consorcio hizo la tarea y puso sobre la mesa cinco principales propuestas para modificar el trazado y la tipología de la primera línea del metro.
Así, tras conocerse la intención del Jefe de Estado, los expertos y líderes no tardaron en lanzar fuertes cuestionamientos y en advertir las graves consecuencias que conllevaría realizarle cambios al proyecto.
Además de advertir que el proyecto de hacerlo bajo tierra no contaba con un estudio que indique el estado de las aguas subterráneas de Bogotá, y que es muy necesario para establecer si se puede hacer subterráneo este sistema de transporte masivo, han recalcado que jurídicamente va a ser casi que imposible la modificación del contrato y que de lograrlo el presidente Petro, la Nación y el Distrito estarían expuestos a demandas millonarias.
“Se crea más incertidumbre sobre el proyecto metro y abre la puerta a demandas jurídicas, toda vez que detrás de la financiación de la primera línea del Metro de Bogotá, está la banca multilateral”, dijo Omar Oróstegui, director de Futuros Urbanos a revista Semana.
Así mismo, de hacerse subterráneo implicaría costos adicionales y mayor tiempo para la entrega de las obras. El senador de Cambio Radical, David Luna, ha insistido en diversos escenarios que de interferir el Gobierno nacional en la construcción del Metro de Bogotá además de retrasar la obra, y cuyo inicio ya no sería para el 2029 sino para el 2035, le costaría a los bogotanos entre $8 y $17 billones.
Cabe resaltar que la ley es clara en señalar que al gobierno le corresponde el 70 % y a la ciudad el 30 %, lo que obligaría a que ambas partes busquen más recursos.
En diálogo con EL COLOMBIANO, el ministro de Transporte, Guillermo Reyes, reclamó que hay “mucha especulación” y dijo que las supuestas propuestas que se han conocido por parte del consorcio no son oficiales. “El presidente tomará la decisión una vez se conozcan los estudios formales”.https://www.elcolombiano.com/colombia/petro-y-lopez-se-reunen-para-hablar-de-metro-de-bogota-con-consorcio-chino-HF20162036