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Banco Mundial
En marcos internacionales, como el Informe sobre el desarrollo mundial 2013 del Banco Mundial, el Programa de Trabajo Decente de la Organización Internacional del Trabajo, el enfoque sobre la calidad del empleo de la OCDE y el Objetivo de Desarrollo Sostenible 8 de las Naciones Unidas, se han puesto de relieve desde hace tiempo los atributos esenciales de los «buenos empleos».
Entre estos atributos se encuentran los ingresos, los beneficios, la estabilidad en el empleo y las condiciones laborales.

Sin embargo, hasta hace poco, no existía a nivel mundial una medición armonizada y basada en microdatos sobre la calidad del empleo multidimensional.
Esta deficiencia se ha abordado ahora con la identificación de indicadores clave asociados con las características deseadas de los buenos empleos en los países.
Estos indicadores abarcan cuatro dimensiones: los ingresos, los beneficios, la estabilidad y las condiciones laborales.
Esta nueva medición de la calidad del empleo (JQM) evalúa el empleo asalariado en 40 países en desarrollo, que representan diversas regiones y grupos de ingresos.
La JQM permite comparar la calidad general del empleo y sus dimensiones individuales, no solo entre países, sino también dentro de los países, y entre ubicaciones, sectores económicos y grupos sociodemográficos, como las mujeres y los jóvenes.
Puede consultar Brummund, Mann y Rodríguez-Castelán (2018), para ver una aplicación en América Latina. En este blog, presentamos tres conclusiones principales sobre la calidad del empleo en los países en desarrollo.

Nota: El mapa indica los países incluidos en el estudio y la distribución de los valores agregados de la medición de la calidad del empleo a nivel nacional.
1. Variación en la calidad del empleo entre países y dimensiones
La calidad del empleo varía significativamente de un país a otro, sobre todo en las dimensiones de los beneficios y la estabilidad.
La dimensión de los beneficios incluye las prestaciones adicionales, como el seguro médico, las contribuciones jubilatorias, la seguridad social y las licencias pagadas, que protegen a los trabajadores de diversas conmociones.
La dimensión de la estabilidad, por su parte, abarca indicadores como la permanencia en el empleo, los contratos escritos, los puestos permanentes y el empleo formal.
Si bien los ingresos y las condiciones laborales también son importantes, tienden a variar menos de un país a otro.
En general, en los países en desarrollo, la mayoría de los trabajadores asalariados ganan lo suficiente para sacar de la pobreza a una familia promedio y disfrutar de condiciones laborales dignas.
Es probable que estas dimensiones sean más pertinentes para los trabajadores independientes, que no se incluyen en este análisis debido a las limitaciones en los datos.
2. Diferencias en la calidad del empleo por grupos demográficos
La calidad del empleo tiende a ser inferior entre las mujeres, los jóvenes, los trabajadores rurales y las personas con un nivel educativo más bajo. Las diferencias más significativas se observan entre trabajadores con diferentes niveles de educación.
Los trabajadores con educación secundaria obtienen un puntaje promedio un 30 % más alto en la JQM que los que han cursado educación primaria, mientras que aquellos con educación terciaria logran un puntaje un 26 % más elevado que los trabajadores que tienen solamente estudios secundarios y un 63 % más alto que aquellos con solo educación primaria.
Los puntajes de la JQM también indican que los trabajadores altamente calificados generalmente experimentan una mejor calidad del empleo en todas las dimensiones, con diferencias particularmente notables en los beneficios.
Además, la calidad del empleo de los trabajadores urbanos es muy similar a la de los trabajadores en edad productiva, mientras que los trabajadores rurales, especialmente los jóvenes, se enfrentan a una menor calidad del empleo.
3. Disparidades sectoriales en la calidad del empleo
Algunos sectores ofrecen empleos de mayor calidad que otros. Las finanzas, los servicios empresariales, la administración pública y las empresas de suministro se destacan como sectores con una calidad del empleo superior, particularmente en lo que respecta a los beneficios y la estabilidad.
Por el contrario, los sectores que requieren menos calificación como la agricultura y la construcción obtienen los puntajes más bajos en la calidad del empleo.
Los trabajadores asalariados agrícolas, por ejemplo, logran puntajes bajos en todas las dimensiones, excepto en las condiciones laborales, mientras que los trabajadores de la construcción enfrentan los mayores desafíos en las dimensiones de los beneficios y la estabilidad.
Por qué esta medición es importante
La JQM es una herramienta valiosa para evaluar y mejorar la calidad del empleo en los países en desarrollo.
Con ella se analizan diversos aspectos de la calidad del empleo, entre ellos los salarios, la seguridad en el trabajo, las condiciones laborales y el acceso a beneficios.
He aquí algunas aplicaciones de la JQM:
- Diseño y ejecución de políticas: los Gobiernos y las organizaciones internacionales pueden utilizar la JQM para diseñar políticas focalizadas que aborden problemas específicos de la calidad del empleo y mejoren los salarios, la seguridad en el trabajo y las condiciones laborales, especialmente para los grupos vulnerables.
- Seguimiento y evaluación: la JQM ayuda a monitorear y evaluar las intervenciones relacionadas con el empleo, lo que permite a los responsables de formular políticas hacer un seguimiento de los avances y adaptar las medidas para el logro de los resultados deseados.
- Identificación de las poblaciones vulnerables y los sectores rezagados: la JQM permite identificar poblaciones vulnerables, sectores rezagados y regiones de desempeño insatisfactorio, lo que ayuda a la adaptación de las políticas y la orientación de las inversiones hacia donde más se necesitan.
- Comprensión de los determinantes clave de la calidad del empleo: la JQM pone de relieve los factores que influyen en la calidad del empleo, como el entorno para los negocios local, los marcos regulatorios y las políticas fiscales, elementos esenciales para formular las políticas públicas y evaluar los impactos de las inversiones privadas en el bienestar.
- Investigación y análisis: los investigadores pueden utilizar la JQM para estudiar las tendencias en la calidad del empleo y su impacto en el desarrollo económico.
- Comparaciones internacionales: la JQM permite realizar comparaciones entre países de la calidad del empleo, lo que permite a los responsables de la formulación de políticas y los investigadores aprender de las experiencias de otros países y adoptar estrategias exitosas.
Incorporar la JQM en el diseño de políticas, el seguimiento y la evaluación, las prácticas del sector privado, la investigación y las comparaciones internacionales ayuda a las partes interesadas a mejorar la calidad del empleo y a promover el desarrollo económico sostenible.