
Un nuevo impuesto y dos modificaciones en la reforma tributaria desetimularían la inversión en el sector petrolero. FOTO Colprensa.
Bogotá. News Press Service. Ajustadas, así quedarían las mineras y petroleras con operación en el territorio colombiano de ser aprobado el nuevo impuesto y las dos modificaciones que trae el proyecto de reforma tributaria, y que comenzó a estudiar el Congreso de la República.
El periódico El Colombiano dice que la razón es: si entra en vigencia el gravamen del 10% cuando hay precios internacionales altos en las exportaciones de petróleo, carbón y oro; así como el incremento al impuesto al carbono, y, además, se dejan de descontar las regalías del impuesto de renta, se desestimularía la inversión en la operación extractiva, según voceros del sector.
De acuerdo a las cuentas del Ejecutivo, con estos tres tributos a las petroleras y mineras se recaudarían más de $6 billones, si se tiene en cuenta que $5,87 billones saldrán del gravamen a las exportaciones extraordinarias y $433.000 millones del impuesto al carbono, sin sumar el monto de recaudo del impuesto de renta sin regalías.
En consideración del Gobierno, es necesario, por ejemplo, que se dé una “redistribución de las ganancias extraordinarias que percibe el sector minero-energético en épocas de precios altos hacia las familias colombianas más vulnerables, a través de mayor gasto social”.
Analistas consultados por EL COLOMBIANO no dudaron en afirmar que estos tres tributos desacelerarían la operación extractiva en el territorio nacional. Y más la del sector minero.
“Un factor que en gran medida evalúan los inversionistas al entrar a un país es la carga tributaria que deben atender. Y si esta aumenta, menores serán las ganancias para una empresa, ya que afecta directamente la rentabilidad de la operación”, explicó Nicolás Arboleda, asociado de Energía, Minas e Infraestructura de Baker McKenzie.
Por el contrario, el Ejecutivo considera que para la inversión son más importantes los “factores de empuje”, como las tasas de interés de las economías avanzadas, preferencia por la liquidez de los inversionistas y su aversión al riesgo, que los factores tributarios del país.
Carga en las exportaciones
De los tres impuestos que afectarían la operación minera y petrolera contenidos en el articulado de la reforma tributaria, el que recarga el de las exportaciones y el no descuento de las regalías del impuesto a la renta son los que más desvelan a las empresas extractivas.
Para los analistas, en un escenario de recesión como el que podría venir, donde los recursos a desembolsar son más escasos, seguramente generaría una caída en el nivel de inversión y una disminución a mediano y largo plazo de las reservas y producción del país.
“Por ejemplo, en la actividad petrolera, una compañía que produzca 10.000 barriles al día y que su precio de venta sea de US$85 por barril (descontado costos de transporte), pagaría sólo por el impuesto de exportación US$135 millones de dólares al año, lo que traduciría en una posible menor inversión, que se agravaría en la medida que caiga el precio del barril”, explicó Julio César Vera, presidente de la Fundación Xua Energy.
De acuerdo con el Gobierno, “los países que presentan impuestos a las exportaciones son, mayoritariamente, productores de materias primas, siendo los casos más representativos los registrados en Argentina, India, Angola y Malasia”.
Por su parte, María Paula Sánchez, experta en temas tributarios de la firma Posse Herrera Ruiz, afirmó que los impuestos a las exportaciones no son tan usuales. “Uno de los motivos principales para gravar ciertas exportaciones es reservar algunos bienes para la industria nacional, como es el caso de China, donde tienen derechos de ventas al exterior de determinadas materias primas para incentivar la comercialización internacional de productos procesados o con mayor valor agregado”, dijo la analista.
Procedimiento anti-técnico
Los analistas consultados también indicaron que la intención de que las regalías no se descuenten del impuesto de renta no tiene sentido porque es anti-técnico.
“La regalía al no ser un impuesto se contabilizaba como un gasto dentro de la operación extractiva, y por lo general se hacía la deducción. Pero si se separa del impuesto de renta, se considera un gasto”, dijo Arboleda.
En el mismo sentido, el analista tributario Camilo Zarama, socio de la firma Garriguez explicó que el tratamiento actual como deducción permite a las mineras y petroleras llevar el pago de las regalías como un gasto deducible en el impuesto sobre la renta. Es decir, le da el reconocimiento de un gasto generado en el desarrollo de la actividad productora de renta.
“Esto deriva en una disminución de la base gravable sobre la cual se calcula este impuesto, que en términos de flujos de caja implica un menor tributo de renta equivalente al 35% de las regalías que se paguen”, dijo el consultor.
El Colombiano