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(CNN) –– La Reserva Federal de Estados Unidos aprobó de manera unánime un aumento en las tasas de interés de un 0,25% este miércoles, disminuyendo el ritmo de sus incrementos en una clara señal de que el banco central ha observado avances en su feroz batalla contra la inflación.
La decisión, luego de que terminara la primera reunión del Comité Federal de Mercado Abierto de 2023, ocurre luego de meses de grandes aumentos de las tasas destinados a controlar la economía. También marca el regreso a una política de tasas de interés más tradicional.
Desde la anterior reunión de la Fed en diciembre, dos tendencias económicas han indicado que la misión del banco por detener los aumentos de precios está funcionando: los datos recientes sobre el incremento de los salarios y la inflación han sido alentadores, mientras las señales de crecimiento económico se han tornado preocupantes. Los precios de muchos bienes que los consumidores adquirieron frenéticamente durante la pandemia han comenzado a bajar, ahora que la demanda de los consumidores se ha desplazado a los servicios. Los costos de la energía también se han reducido y el mercado de la vivienda se ha desacelerado.
Los funcionarios de la Reserva Federal le hicieron un guiño a esas tendencias en una declaración posterior a la reunión este miércoles: «La inflación ha disminuido un poco, pero sigue siendo elevada», escribieron.
Ahora bien, aunque los funcionarios de la Fed han desacelerado el aumento de las tasas de interés, tras meses de medidas inusualmente agresivas, el banco central está lejos de cantar victoria. La declaración de este miércoles incluyó un lenguaje que apuntó a que se espera que se necesiten más aumentos para lograr moderar la inflación.
«El Comité anticipa que los aumentos continuos en el rango objetivo serán apropiados para lograr una posición de política monetaria que sea lo suficientemente restrictiva para devolver la inflación al 2% con el tiempo», escribieron. El alcance de estos «aumentos futuros», dijeron, dependerá de una serie de factores económicos y financieros.
Además, se necesita tiempo para que la política monetaria surta efecto, y para que la oferta y la demanda se reequilibren. Altos funcionarios de la Fed, como la vicepresidenta Lael Brainard y el gobernador Christopher Waller, han enfatizado en las últimas semanas sobre la necesidad de tener seis meses de datos positivos antes de dejar de aumentar las tasas.
«Esta primera reunión del año sin duda será muy interesante, ya que marcará la pauta para el resto del año», escribió el economista jefe de EY Parthenon, Gregory Daco, en una nota reciente. «Pero, en lugar de un vals lento, anticipamos un tango infernal mientras la Fed y los mercados intentan encontrar ritmos sincronizados una vez más».