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Banco Mundial
El océano mundial se encuentra en un punto de inflexión. Desde la contaminación por plásticos hasta la sobrepesca, los desafíos que enfrenta nuestro planeta azul son urgentes e interconectados.
Mientras la comunidad mundial se reúne en Niza para la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), se necesita un enfoque coordinado, con respaldo científico y ambicioso para salvaguardar la salud y la productividad de nuestros océanos.
A continuación, se presentan seis acciones prioritarias para nuestro océano.
Fortalecer la gobernanza de los océanos y la toma de decisiones basada en la ciencia
Si se considerara un país, la economía oceánica sería la quinta economía más grande del mundo. Representó aproximadamente el 3,4 % de la economía mundial en 2019 y alrededor de 133,6 millones de empleos equivalentes a tiempo completo. Sin embargo, este sector vital de la economía se enfrenta a las amenazas de la sobreexplotación, la contaminación y la gestión insuficiente, y existe un riesgo real de que el crecimiento de las últimas décadas se estanque.
Para garantizar la gestión sostenible de los océanos y fomentar una economía oceánica resiliente, los países deben implementar políticas basadas en la ciencia, fortalecer los marcos regulatorios y fomentar la cooperación internacional.
Esto incluye inversiones sostenidas en ciencias y observación oceánicas, el desarrollo de planes espaciales marinos, la expansión de las áreas marinas protegidas y su protección, y la plena integración de los países en desarrollo en las cadenas de valor globales. También es esencial ratificar acuerdos internacionales como el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio y el Tratado de Alta Mar.
La Economía Oceánica de la OCDE hasta 2050 contiene recomendaciones clave para eliminar gradualmente las prácticas nocivas, realizar la transición hacia una energía más limpia y aprovechar las tecnologías digitales para fortalecer la productividad de las industrias oceánicas y proteger nuestro océano.
Reforzar el apoyo a los países en desarrollo
Para los países en desarrollo, incluidos los pequeños Estados insulares en desarrollo, aprovechar el océano para un desarrollo sostenible y resiliente implica aprovechar las oportunidades económicas emergentes y, al mismo tiempo, gestionar riesgos crecientes como el aumento del nivel del mar y la contaminación marina. Sin embargo, con frecuencia, la escasez de recursos y las limitaciones estructurales impiden su desarrollo.
La cooperación para el desarrollo puede ser útil. Sin embargo, el seguimiento de la OCDE sobre la financiación para el desarrollo de una economía oceánica sostenible muestra que, entre 2010 y 2023, solo alrededor del 1 % del total de la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) mundial se destinó a iniciativas relacionadas con los océanos, lo que agrava la insuficiencia crónica de financiación del ODS 14.
Las directrices de la OCDE sobre cooperación para el desarrollo relacionada con los océanos exigen movilizar la AOD relacionada con los océanos para cumplir los compromisos financieros recientemente establecidos en materia de clima y biodiversidad, utilizándola también para aprovechar las herramientas más amplias de financiación oceánica, como los bonos azules, los canjes de deuda por naturaleza y los mercados de carbono azul.
La OCDE también aboga por un mejor uso de la financiación para el desarrollo. Datos de la OCDE muestran que, entre 2010 y 2023, solo alrededor del 63 % de la AOD destinada a la economía oceánica destinó a actividades sostenibles.
La financiación sigue concentrándose en sectores tradicionales, ignorando a menudo sectores emergentes como las energías renovables marinas, que representan oportunidades aún sin explotar para el desarrollo sostenible.
Para corregir estas tendencias, la OCDE recomienda alinear la cooperación para el desarrollo con cuatro objetivos comunes: desarrollo económico basado en los océanos y resiliente, equidad oceánica, ecosistemas marinos y costeros saludables, y acción climática basada en los océanos.
Esta visión orientadora –cuando está respaldada por una financiación adecuada y eficaz, apoyo a la gestión integrada de los océanos, desarrollo de capacidades y esfuerzos más amplios para mejorar la coherencia mundial– constituye una cooperación eficaz para el desarrollo de una economía oceánica sostenible.

Promover la gestión sostenible de la pesca
Para millones de personas, especialmente en las comunidades costeras, la pesca es una fuente esencial de alimentos e ingresos. Sin embargo, una quinta parte de las poblaciones de peces mundiales se encuentran en mal estado y alrededor del 41 % se encuentra por debajo de los niveles óptimos de productividad.
Los gobiernos apoyan la pesca para garantizar la sostenibilidad de los recursos pesqueros, mantener el empleo, sustentar los ingresos, garantizar la seguridad alimentaria y responder a perturbaciones inesperadas.
Sin embargo, el 42 % del apoyo de los miembros de la OCDE corre el riesgo de fomentar inadvertidamente la sobrepesca y la pesca ilegal si no existe una gestión eficaz, lo que sugiere que existen importantes oportunidades de reforma.
El Estudio de la Pesca de la OCDE 2025 ofrece una guía completa sobre la gestión sostenible de la pesca para garantizar poblaciones de peces sanas y productivas en el futuro. Para reducir el riesgo de que las ayudas fomenten inadvertidamente la pesca insostenible, el Estudio recomienda que las políticas de apoyo a la pesca se centren en pesquerías bien gestionadas (por ejemplo, poblaciones sanas) y que los gobiernos incrementen la inversión en evaluaciones, gestión, seguimiento, control y vigilancia. La OCDE también ha adoptado un nuevo estándar legal para garantizar que los fondos públicos no financien la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR).

Descarbonizar el transporte marítimo
El transporte marítimo es la columna vertebral del comercio mundial, ya que transporta el 80 % de las mercancías a nivel mundial. Al mismo tiempo, representa casi el 3 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Se prevé que esta cifra aumente si no se toman medidas decisivas, lo que urge que el sector realice una rápida transición hacia tecnologías más limpias.
La OCDE aboga por la igualdad de condiciones y una transición justa en el sector de la construcción naval mundial mediante análisis sobre la adopción de combustibles alternativos y la mejora de la eficiencia energética de los buques.
El mapeo de marcos de políticas eficaces por parte de los gobiernos y estrategias de los actores privados para impulsar la descarbonización del transporte marítimo es crucial para avanzar hacia un sector marítimo más sostenible y resiliente al cambio climático.
El papel de la construcción naval en la descarbonización marítima destaca la necesidad de innovación y colaboración en toda la cadena de valor marítima, desde los proveedores de equipos marinos y los constructores navales hasta los puertos y operadores de transporte marítimo, para ofrecer soluciones efectivas, escalables y sostenibles.
Fortalecer la resiliencia costera
Las zonas costeras son vitales desde el punto de vista económico y ambiental, con una extensión de más de 1,6 millones de kilómetros y compartidas por el 85 % de los países. Albergan una rica biodiversidad, que incluye una cuarta parte de todas las especies marinas, y albergan a 2400 millones de personas (aproximadamente el 40 % de la población mundial), ocupando tan solo el 20 % de la superficie terrestre mundial.
En la mayor parte del mundo, las áreas metropolitanas costeras son, en promedio, un 20 % más grandes que las del interior, gracias a las oportunidades económicas derivadas de actividades como el transporte marítimo y el turismo.

Sin embargo, las comunidades costeras se enfrentan a crecientes riesgos climáticos. Para 2100, el aumento del nivel del mar podría desplazar a 360 millones de personas y causar daños por valor de 50 billones de dólares estadounidenses. El 14 % de la población urbana mundial vive en zonas vulnerables al aumento del nivel del mar.
Las mareas de tempestad, el calentamiento y la acidificación de los océanos aceleran la erosión y amenazan los medios de vida. Una encuesta de la OCDE identificó el cambio climático como el principal riesgo para la economía azul, lo que podría poner en peligro actividades económicas como la pesca, el transporte marítimo y el turismo costero.
Fortalecer la adaptación climática y la resiliencia costera debe ser una prioridad. Esto requiere estrategias integradas entre sectores, gobiernos y partes interesadas. El informe de la OCDE » La Economía Azul en Ciudades y Regiones» ofrece recomendaciones detalladas para diseñar e implementar políticas de economía azul que sean resilientes a las crisis económicas y climáticas; inclusivas con las comunidades locales y las partes interesadas; sostenibles desde el punto de vista ambiental, limitando los impactos ambientales y protegiendo los ecosistemas y la biodiversidad; y circulares, previniendo los residuos (incluidos los plásticos), fomentando la eficiencia de los materiales y transformando los residuos en recursos.
Combatir la contaminación plástica en entornos marinos
La contaminación por plásticos es una amenaza generalizada para los ecosistemas marinos, con un estimado de 1,4 millones de toneladas de plástico que llegan al océano anualmente. Si no se toman medidas urgentes, se prevé que esta cifra aumente significativamente, amenazando aún más la vida marina y la salud humana.
Los análisis de la OCDE sugieren que políticas globales integrales que aborden todo el ciclo de vida de los plásticos pueden reducir las fugas de plástico al medio ambiente en un 96 %. Esto incluye la reducción de la producción y la demanda, la promoción del ecodiseño, la mejora del reciclaje y el cierre de las vías de fuga. Mediante la implementación de una combinación de políticas, los países pueden lograr importantes beneficios ambientales y ahorros económicos en comparación con estrategias menos equilibradas.
Para apoyar un enfoque que abarque todo el ciclo de vida, el informe Perspectivas mundiales de los plásticos y escenarios de políticas para eliminar la contaminación plástica hasta 2040 de la OCDE solicita políticas como impuestos a los plásticos y los envases, criterios de diseño ecológico y normas de productos, prohibiciones de determinados plásticos de un solo uso y regímenes de responsabilidad ampliada del productor para envases y bienes duraderos que puedan fomentar una economía de los plásticos más sostenible.
Trabajando juntos en la UNOC3 y más allá
El océano es el sistema vital más grande de nuestro planeta, fuente de alimento, medios de subsistencia, regulación climática y patrimonio cultural. Sin embargo, su salud está amenazada. A medida que nos acercamos a la ONUC3, la urgencia de tomar medidas audaces y coordinadas para proteger y gestionar nuestros océanos de forma sostenible nunca ha sido mayor.
Desde el fortalecimiento de la gobernanza oceánica y la movilización de fondos hasta la promoción de la pesca sostenible, la descarbonización del transporte marítimo, el aumento de la resiliencia costera y la lucha contra la contaminación por plásticos, el camino está claro. Los países deben traducir sus compromisos en acciones, con el respaldo de la ciencia, las inversiones y la cooperación internacional.
La OCDE está lista para apoyar estos esfuerzos , ofreciendo información basada en datos, recomendaciones de políticas basadas en evidencia y una plataforma de colaboración. Juntos, podemos garantizar que nuestro océano siga sustentándonos a nosotros y a las generaciones futuras.