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Las relaciones entre Washington y Beijing vuelven a tensionarse, pese a la reciente visita del secretario de Estado de EE. UU. Antony Blinken a China. Luego de que el presidente Joe Biden calificara a su homólogo chino de “dictador”, la Cancillería del gigante asiático respondió este 21 de junio que los comentarios del mandatario estadounidense corresponden a una “provocación política”. Rusia se sumó al reproche de su aliado y señaló que el pronunciamiento de Biden demuestra que la política exterior de la primera potencia es “errática”.
¿Salida en falso del Gobierno estadounidense? Washington y Beijing vuelven a un clima de tensión, pocos días después de que el secretario de Estado Antony Blinken impulsara sus esfuerzos diplomáticos en Beijing para tratar de menguar las amplias desavenencias entre las dos potencias.
Pero el malestar no provino durante la visita oficial del funcionario de más alto rango de la Casa Blanca en suelo chino en los últimos cinco años, sino en un encuentro del mandatario estadounidense para la recaudación de fondos de cara a las elecciones presidenciales de 2024, en California. Justo un día después de que culminara el viaje de Blinken a Beijing, que concluyó con la promesa de los dos gobiernos de apostar por una “relación constructiva”.
Biden tildó al mandatario chino de “dictador”, lo que reavivó la ira del gigante asiático. Lo hizo mientras se refería al desencuentro que las dos naciones tuvieron el pasado febrero, cuando un dron chino sobrevoló territorio estadounidense y EE. UU. lo derribó, tras catalogarlo como una “aeronave espía”.
“La razón por la que Xi Jinping se molestó mucho cuando derribé ese globo con dos furgones llenos de equipo de espionaje fue que no sabía que estaba allí (…) Esa es una gran vergüenza para los dictadores. Cuando no sabían lo que pasó. No se suponía que ese fuera el “Violaron gravemente la dignidad política de China”
Para el Gobierno del país asiático, los comentarios de Biden sobre su presidente fueron una “provocación política”.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, denunció las declaraciones como «extremadamente absurdas» e «irresponsables». «Es una provocación política abierta», aseguró.
Asimismo, la funcionaria china afirmó que las palabras de Biden “violaron gravemente la dignidad política de China” y «el protocolo diplomático».
lugar donde debía estar. Se desvió del rumbo”, aseveró Biden.
“Violaron gravemente la dignidad política de China”
Para el Gobierno del país asiático, los comentarios de Biden sobre su presidente fueron una “provocación política”.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Mao Ning, denunció las declaraciones como «extremadamente absurdas» e «irresponsables». «Es una provocación política abierta», aseguró.
Asimismo, la funcionaria china afirmó que las palabras de Biden “violaron gravemente la dignidad política de China” y «el protocolo diplomático»
Una política exterior “errática” y “contradictoria”
Rápidamente, Rusia, aliada del gigante asiático, junto al cual ha formado un frente unido contra lo que consideran la hegemonía del poder de Occidente, salió en defensa de Beijing y aprovechó para lanzar acusaciones contra Washington.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, aseguró que los comentarios del líder de la Casa Blanca fueron «incomprensibles» y que demuestra que Estados Unidos ostenta una política exterior “errática”.
Peskov sostuvo que había una contradicción entre las declaraciones de Biden y los esfuerzos de su secretario de Estado, Antony Blinken, para reducir las tensiones con Beijing, después de que el máximo representante de la diplomacia estadounidense se reuniera con Xi.
«Estas son manifestaciones muy contradictorias de la política exterior de Estados Unidos, que hablan de un gran elemento de imprevisibilidad (…) Sin embargo, ese es su negocio. Tenemos nuestras propias malas relaciones con Estados Unidos y nuestras muy buenas relaciones con la República Popular China», remarcó Peskov.Moscú y Washington también sostienen un amplio abanico de enfrentamientos políticos, económicos y diplomáticos que se han acrecentado en medio de la guerra rusa en Ucrania que desencadenó sanciones de Occidente contra la Administración de Vladimir Putin.
Rusia y China, por su parte, han declarado una asociación estratégica «sin límites» y «sin precedentes» en varios encuentros de alto nivel en el último año, aunque lo remarcaron menos de tres semanas antes de que el presidente Vladimir Putin iniciara la invasión de su vecino país.
Desde entonces, y en medio de la imposición de sanciones, Moscú se ha vuelto aún más dependiente de los lazos políticos y financieros con China. Beijing no ha condenado a Rusia por el conflicto en curso, el mayor en suelo europeo desde la Segunda Guerra Mundial, y, en cambio, ha aumentado las importaciones de petróleo y carbón rusos con reducciones en sus precios.
Alejada de Occidente, Rusia impulsa sus acercamientos a países de Asia, África, Medio Oriente y América Latina, en un intento por contrarrestar lo que denuncia como intentos de Estados Unidos de dictar el orden mundial.
Con Reuters y AP